AMLO y constitución

Los niños y jóvenes de mi época teníamos clases de Civismo, en las que estudiábamos la Constitución; cuyos principales artículos, debíamos aprender de memoria.

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AMLO en una mañanera

Entendíamos desde chicos que la mejor forma de gobierno es la democracia; por la que muchos patriotas mexicanos y del mundo habían muerto.

Y que México debía tener instituciones y regirse por leyes que especificaban la necesidad de tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

Tal vez porque López Obrador era flojísimo, le pasaron de noche esas clases; ignorancia en la que radica su airada reacción cuando se le dice que está violando alguna ley.

«No me vengan, con eso de que la Ley es la ley», ha reclamado innumerables ocasiones y que mejor forma de mostrarle su desprecio, que negarse a asistir en Querétaro a la ceremonia para festejar el aniversario de la Constitución que nos rige y ahí fue promulgada en 1917.

Y como quiere un país a su imagen y semejanza, las actuales generaciones no tienen claros los conceptos de justicia, democracia y apego a la legalidad.

Así lo muestra el diagnóstico sobre el ciclo escolar 2022-2023, que precisa que la materia de Civismo es en la que los alumnos tienen menor comprensión, que disminuye más con cada año que cursan; y ya en quinto de primaria, solo es del 33 por ciento; lo que se refleja entre otras muchas cosas, en la violencia escolar.

Me pregunto cómo serán los Congresos de años venideros si ahora entre los diputados y senadores hay, además de alzadedos por intereses económicos, otros tan poco instruidos que no se dan cuenta de lo que aprueban ni de sus repercusiones.

Y hay también funcionarios que debiendo saberlo porque ya no se cuecen ni al primer ni al segundo hervor y estudiaron lo mismo que yo en la Primaria, apoyan las irracionales reformas que ha propuesto.

Luis Echeverría retiró en los años setenta del siglo pasado la materia Civismo de las aulas, pero se siguió estudiando la Constitución.

Y tuvo que haberlo hecho la candidata de López Obrador para sucederlo, Claudia Sheinbaum, quién mostrando abyección sin límites declaró este lunes 5 que las reformas que pretende hacer «fortalecerán la democracia y garantizarán una vida de bienestar a través del acceso a grandes derechos universales».

A la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, le debe haber tocado de niña la siguiente reforma educativa en1993, que reintegró el Civismo en las primarias; con el aporte de los derechos humanos cuyas, continuas violaciones en nuestro país dejaban mal parado a México y obstaculizaban las negociaciones económicas con EEUU y países europeos.

Por lo que es inexplicable que en la ceremonia de Querétaro, haya sostenido que el «humanismo mexicano», como definen AMLO y sus amlovers las locuras presidenciales, «estará en la Constitución para blindarlo de toda amenaza de retroceder».

En fin, creo que en mucho, López Obrador busca molestar y hacer el mayor daño posible porque anda encorajinado por las revelaciones de esta semana que acaba de pasar:

Las investigaciones de la DEA gringa sobre sus nexos con el narco y su cercanía al Cártel de Sinaloa, los negocios de sus hijos, la entereza de Colosio hijo al encararlo pidiéndole deje de politizar y lucrar con el asesinato de su padre ocurrido hace treinta años, la filtración de datos personales de trescientos periodistas, la acción del ministro Alberto Pérez Dayán al declarar inconstitucional la reforma a su Ley de la Industria Eléctrica de 2021, el escándalo de Notimex y su exdirectora, las masacres que no paran, las críticas a las inauguraciones que hace de obras sin terminar.

Pero como si jugara al voy derecho y no me quisto, sigue derrochando miles de millones de pesos que no son suyos, en beneficio de los más ricos de México; como Max Michel González, dueño entre otras cosas de El Puerto de Liverpool y el terreno donde el presidente colocó su mega farmacia tras pago de tres mil millones y medio de pesos.

Y de Carlos Slim a quien esta semana compró la concesión de la carretera Mitla-Tehuantepec, «sin ganancias excesivas sino razonables», dijo al anunciar que, además, la empresa de Slim seguirá con la construcción.

Así como dilapida lo que no le pertenece, crímenes por los que un día tendrá que ser juzgado penalmente, pelea contra la legalidad para quitar todo contrapeso al poder presidencial.

Y para colmo, su Secretaría de Relaciones Exteriores felicitó antes de conocerse oficialmente que había ganado la votación para reelegirse al dictador Nayib Bukele, asesorado en su campaña por el también impresentable Nicolás Maduro, que ha dicho ganará las próximas elecciones en Venezuela, «por las buenas o por las malas».

Teresa Gurza
Periodista. Soy mexicana, estudié la carrera de Historia y soy Locutora, Cronista y Comentarista y Licenciada en Periodismo, pero ante todo reportera. Me inicié en televisión en 1970 y fui reportera, conductora y productora de programas noticiosos; reportera de asuntos especiales de los diarios El Día, UnomásUno y La Jornada, y corresponsal en la Unión Soviética, Checoslovaquia y Michoacán. Por razones familiares, mi marido era chileno, viví en Chile más una década. He recibido muchos premios y reconocimientos, entre ellos el Nacional de Periodismo en Reportaje y ahora radico en México y escribo artículos para Periodistas en Español y otros medios.

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