Wu Tun, un artista chino de 28 años, había creado una camiseta, que vendía en su página web, en apoyo de Ai Weiwei, el célebre artista disidente, autor entre muchas otras cosas del célebre estadio “nido de pájaros” de los Juegos Olímpicos de Pekín, quien se encuentra en residencia vigilada desde 2011, sin pasaporte y con la prohibición de viajar al extranjero, acusado falsamente–según todas las organizaciones humanitarias internacionales que le apoyan- de defraudar al fisco.
Wu Tun había diseñado una camiseta, con un mensaje subliminal escrito sobre la fotografía de un muro de ladrillo, “愛 Can’t Be Here”; el carácter chino significa “amor” pero también puede traducirse por “Ai”(Ai -amor- aquí no puede haber amor).
En noviembre de 2014, cuando habían pasado cinco días de la creación de la página, y se habían vendido diez camisetas, la plataforma Taobao –que albergaba la página- le obligó a cerrarla, presionada por la implacable censura política china, enemiga entre otras muchas cosas de la libertad de expresión.
(Entre paréntesis, un ejército de 10.000 ciberpolicías vigila para que en la Red no se cuele una sola palabra que no “sea del agrado” de las autoridades de la República Popular de China, un régimen que a pesar de la apertura económica experimentada, que le ha situado en primera línea del mundo capitalista y en muchos aspectos por delante incluso de Estados Unidos, y que ha generado una corrupción generalizada, en política sigue siendo autoritario y totalitario, persigue a los disidentes, niega derechos fundamentales, y muy especialmente la libertad de expresión, tiene las cárceles atestadas de presos “de conciencia” y sigue aplicando la pena de muerte en delitos comunes). Como, al parecer, el tiempo en China es otro y en el resto del mundo nos enteramos muchas veces de lo que allí ocurre con meses de retraso, ahora llega la noticia de la censura ejercida sobre Wu Tun, en un artículo publicado inicialmente el 10 de febrero de 2015 en la página digital pao-pao.net, y reproducida en estos últimos días de marzo de 2015 en el digital Global Voices Online: “Pensaba –ha dicho Wu Tun a Yi Que Tang, el autor del texto original- que era una forma sutil de apoyar a Ai Weiwei y no esperaba que los censores me encontraran tan pronto. Las actuales condiciones políticas no permiten ni la existencia de Ai ni la del amor”.
Wu Tun piensa seguir diseñado camisetas, y vendiéndolas, porque de momento esa es su forma de ganarse la vida. Ahora ha creado una página en Inidiegogo, la segunda plataforma estadounidense de financiación participativa (crowdfunding), en la que ha colgado un vídeo -que en China no puede verse porque la censura lo ha bloqueado- en el que explica los motivos que le impulsan a apoyar a Weiwei y critica la censura de Internet en China: Soy de la generación de de después de 1985, nosotros empezamos a utilizar Internet antes que el resto. Empecé a navegar en 1999, cuando estaba en la universidad. Entonces buscaba música, artículos de moda, juegos… De pronto, muchas aparecieron bloqueadas, sin explicaciones… Más tarde supe que los “cortafuegos” chinos trabajan siguiendo órdenes de las autoridades…”.
La camiseta “censurada” creada por Wu Tun se puede comprar en corlectionstore.com.