Luis de Luis[1]
Ya desde el título, esta espléndida función no deja, no quiere dejar lugar a dudas; no hay, no puede haber más que un Peter: el niño que no quería crecer y se convirtió en un mito, en eterno, en Peter Pan.
Y cada mito puede ser contado de una y mil maneras, interpretado de una y mil formas. Es lícito, es legítimo y, así, en las cunetas de la España del siglo XXI, Peter Pan vuelve a reencarnarse, una vez más, en el espléndido y sensible texto de Andreu Castro (quien también dirige) y Mónica Montañés.
La sensible escenografía de Carlos Rivera Viltres convierte el escenario, para la ocasión, en un antiguo cine (reveladoramente un lugar donde se cuentan historias) abandonado que sirve de refugio a Luz una yonqui indigente que María Casal interpreta con enorme sabiduría, dándole las dosis justas de desengaño, hastío y humanidad y a Suso, un adolescente, a quien Pablo Quijano dota de desconcierto, deslumbramiento y una inocencia ilusoria. Les acompañará Valentina, una asistente social, que, cautivada por la pareja, se deja arrastrar por su nobleza.
Encerrados en una cueva, Casal, Quijano y Barreiro, o, lo que es lo mismo, Campanilla, Peter y Wendy, rocían la función de polvo de hada, y se envolverán en sus ensoñaciones y deseos, se alejarán de la realidad e imaginarán, juntos, la isla de Nunca Jamás.
Andreu Castro gradúa el drama con firmeza y consigue que la representación vaya adquiriendo, casi imperceptiblemente, una formidable tensión, sofocante a veces, que va envolviendo momentos imborrables (el dulce baile de Casal y Barreiros, las apariciones de la bailarina en sueños, el deslumbramiento de Suso con Peter Pan, la dulzura de Barreiros) hasta culminar en un, no por menos esperado, emocionante final solo al alcance de la enorme actriz que es María Casal, que se vuelca en un viaje hacia la segunda estrella a la derecha.
- Luis de Luis Otero es crítico teatral
Ficha artística y técnica
- Teatros Luchana (Madrid)
Dramaturgia: Andreu Castro y Mónica Montañes
Dirección: Andreu Castro
Reparto: María Casal, Pablo Quijano y Chus Pereiro
Arte y diseño: Carlos Rivera Viltres