Ileana Alamilla[1]
Pertenecer a una asociación periodística es un compromiso con el gremio y con la sociedad, es asumir, de manera voluntaria, tareas en defensa de ideales, principios, deberes y derechos. Una gran deficiencia de nuestra generación es no haber logrado el relevo generacional de la militancia de las entidades de prensa, pero hay que entender que en este mundo virtual en el que vive gran parte de la juventud, estar organizado gremialmente carece de interés, sobre todo porque, como ellos mismos dicen, “no se obtiene nada a cambio”.
En nuestro medio contamos con legendarias entidades de prensa, entre ellas la APG, que acaba de llegar a 70 años de vida y que ahora, junto a las Cámaras y Redes de comunicadores, ha roto el mito de la división entre nosotros.
Y en esa búsqueda de la unidad gremial latinoamericana, hace 40 años periodistas distinguidos y trabajadores de la prensa se reunieron para constituir una organización continental y convocaron al primer Congreso de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap), en México, un evento que marcó una historia que ha tenido continuidad y consecuencia con los valores y principios que inspiraron su creación y que mantiene vigentes la salvaguardia de la profesión periodística al servicio de las causas de la justicia social y la independencia de los pueblos de América Latina y el Caribe.
Entre los fundadores se cuentan el intelectual Genaro Carnero Checa, Luis Suárez, periodista, escritor y comprometido con sus ideales; Hernán Uribe, quien fue presidente de CIAP; Eleázar Díaz Rangel, primer presidente de la Felap, y Ernesto Vera, un periodista revolucionario cuya vida y compromiso son un ejemplo de consecuencia y a quien estuvo dedicado el XII Congreso de la entidad, celebrado hace un par de semanas en Buenos Aires, al que asistimos todas las entidades miembros de Felap, entre ellas la APG.
La Felap alberga también, como organizaciones asociadas, a más de 50 instituciones ligadas al estudio y la práctica de la comunicación y el periodismo, como centros de investigación, escuelas de periodismo, bibliotecas especializadas, agencias de noticias y publicaciones. A instancias de la Felap se creó en 1991 la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP), como organismo regional destinado a velar por la seguridad de los afiliados, que presentó su informe en este último Congreso.
Lidia Fagale, secretaria general de la Unión de Trabajadores de la Prensa de Buenos Aires, anfitriona del evento, señaló que tenemos que hacer una lectura de la realidad que salga del muro de los lamentos; se nos imponen nuevos paradigmas. Llamó a revisar el impacto de la revolución tecnológica, dado que las herramientas técnicas, aunque son una extensión del cuerpo humano, no ponen al centro al ser humano, e insistió en hacer una nueva propuesta a los jóvenes para que participen.
La grave situación de México, catalogado como el país más peligroso del mundo sin estar en guerra, fue analizada en el evento. Los participantes de manera unánime condenaron los asesinatos y presentaron su solidaridad con los y las periodistas mexicanos.
Ernesto Carmona, presidente de la CIAP, presentó un informe desgarrador sobre la violencia contra periodistas. La cifra, al 31 de diciembre pasado, que tiene registrada dicha comisión, es de 187 asesinatos, cuyas víctimas tienen una edad promedio de 41 años 9 meses. Los países más mortíferos, según esos datos, son México, Brasil, Honduras, Guatemala y Colombia.
En la Declaración Final del Congreso se condenó el bloqueo contra Cuba y el acoso contra Venezuela por parte de Estados Unidos.
- Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, fallecida en enero de 2018.
