Debido a los estragos causados por la pandemia COVID-19, la Comisión Europea ha sentado las bases a corto y medio plazo para que los Estados Miembros puedan responder a los graves efectos económicos derivados de la misma, de modo que puedan alcanzarse tanto un crecimiento sostenible e inclusivo, como una transición ecológica y una transformación digital correcta.
Dentro del paquete de recomendaciones, que serán específicas por país, se da cuenta de la estrategia anual de crecimiento sostenible que se basa en el fomento de la sostenibilidad competitiva para construir una economía que esté al servicio de las personas y sobre todo, del planeta. El paquete de medidas español, incluido en el paquete de primavera del Semestre Europeo 2019, pone de manifiesto las recomendaciones de nuestro país para establecer una respuesta coordinada frente a la pandemia.
Dicha estructura se basa en cuatro dimensiones que abordan la sostenibilidad competitiva, la estabilidad, la equidad, la sostenibilidad medioambiental y la competitividad además, de un especial énfasis en la sanidad. De la misma manera, quieren que sea reflejado el compromiso de la Comisión para integrar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas dentro del llamado Semestre Europeo.
Es importante destacar que entre los ámbitos que pretenden cubrir, figura la resiliencia del sector sanitario; la preservación del empleo por medio de ayudas a la renta de los trabajadores afectados; la inversión en las personas y en las cualificaciones; el apoyo al sector empresarial; la adopción de medidas contra la planificación fiscal abusiva y el blanqueo de capitales; la recuperación e inversión para reconfigurar la UE y preservar las transiciones digital y ecológica.
En dicho informe se aborda la activación de la cláusula general de salvaguardia, recomendándose a los Estados miembros tomar todas las medidas necesarias para combatir la pandemia, sostener la economía y respaldar la posterior recuperación de forma eficaz.
Evolución fiscal
La Comisión también ha adoptado informes de conformidad con el artículo 126, apartado 3, del Tratado de Funcionamiento de la UE para todos los Estados miembros a excepción de Rumanía, que ya está sometida al componente corrector del Pacto.
Los informes para los Estados miembros tendrán que estar preparados, con arreglo a sus propios planes, por razones relacionadas con la crisis del coronavirus, o según las previsiones de la Comisión, e incumplirían el límite de déficit del 3 % en 2020. Los informes relativos a Francia, Bélgica, Chipre, Grecia, Italia y España también evalúan el cumplimiento por estos Estados miembros del criterio de deuda en 2019, sobre la base de datos confirmados validados por Eurostat.
En todo cuanto se realice a partir de ahora, se tendrá en cuenta el efecto negativo de la pandemia por el Coronavirus Covid-19 y se considerará el grado de incertidumbre de los efectos fiscales de la misma y por ello, la Comisión recuerda, que no se deben tomar decisiones en relación con la posible aplicación de procedimientos de déficit excesivo de los Estados miembros. Por ello, la entidad invita al Consejo a adoptar estas recomendaciones específicas por país y a aplicarlas de forma oportuna.