*Luis de Luis
Suena jazz, se entreveran las luces y aparecen Juan Gamba, viene a contar cuentos; no, mejor, los va a narrar y la diferencia no es baladí.
Juan Gamba es un narrador nato, es un narrador de cuerpo entero, literalmente.
Juan Gamba habita en sus cuentos, los hace suyos. Como los grandes músicos que se aprenden los temas hasta la extenuación y los estudian hasta, cansados, odiarlos y olvidarlos para luego, al recordarlos, encontrar que están en su interior y que ya son suyos y son parte de su piel y ,así, pueden estirarlos y comprimirlos, pausarlos, alargarlos, modularlos y jugar con ellos a capricho y elección. Así narra Juan Gamba, como un músico.
Juan Gamba es también, conviene advertirlo, un embaucador. Vigila al público, lo estudia y calibra, le da su justa medida, le concede, sin perderles nunca de vista, la exacta distancia hasta que los espectadores, inadvertidamente, empiezan y acaban siendo unos complacientes escuchantes de sus perfectamente escanciadas historias.
Y es que en esta ocasión, Juan trae la alforja llena con narraciones criminales que preparó junto a su padre Andrés Berlanga (cuya presencia nunca deja el escenario pues, también, Cronista de sucesos es un homenaje orgulloso, sincero y sentido a su memoria) buscando entre lo más granado de la narrativa breve los cuentos que favorezcan el asombro y la sorpresa, el desconcierto y el disparate, la sonrisa blanca y la sonrisa negra.
Así, bien armado, seguro de sí mismo, Juan Gamba se convierte en bufón y juglar, en mendigo de atención y en reclamante de aplausos, en embustero y en bailarín mientras los espectadores, cautivos y desarmados, disfrutan y aplauden.
Encantados de la vida, claro: como el mismísimo Juan Gamba.
*Luis de Luis es crítico teatral.
Equipo ARTÍSTICO
Idea e interpretación
Juan Gamba
Dramaturgia
Juan Gamba y Andrés Berlanga
Textos
Max Aub, Roald Dahl, Cornell Woolrich, Liliana Cinetto y relatos tradicionales
Dirección
Ángela Conde