«La gente va muy bien en cualquier acto público, para ilustrar catálogos, para construir pirámides, para formar ejércitos y para dar ambiente: ¡Viva la gente! Conozco a esos plebeyos, soy uno de ellos».
Cada loco con su tema del pasado efímero. Aquellas pequeñas cosas, fiesta para la libertad, fe de vida para vivir: Joan Manuel Serrat, Tarres de un mundo raro .
Joan Manuel Serrat Teresa, hijo de Ángeles y José, nacido en Barcelona acabando el año 1943, en plena posguerra española. Malos tiempos para la lírica, ¿quién lo iba a decir? Bendita música .
Escuchar a Serrat cantarle a la vida es una fiesta de barrio de esas de día grande, es un trago de vino con los ojos cerrados, es un regalo de nuestros primeros cumpleaños; escuchar a Joan Manuel emocionarnos es volver a las cintas de cassette y a los balones, es imaginar el amor antes de cada noche juvenil, es sobornarle al tiempo para robarle nuestras fotos; escuchar a Juanito triunfar sobre la muerte es oler el mundo completo.
Érase una España capaz de prohibir dos veces, dos, a Serrat.
Si yo pudiese escribir algo que le rozara un cabello a esa canción de Juanito para despertar a una paloma, si yo pudiera… tendría que pensarme si ya me habría merecido ser un inmortal muerto en cualquier instante del futuro imperfecto en el que vivimos impertérritos, riéndonos de la eternidad y su blanca luminosidad muerta de miedos: pero no podré nunca, y no me importa porque a las canciones rotundamente extáticas les perdonamos perdonarnos la vida cada vez que suenan en nuestra piel y son la sintonía de cada uno de nuestros latidos durante el breve instante en el que lo vivimos todo. Me voy a blanquear, que ya han escondido el sol.
Su canción Mediterráneo, de 1971, fue reconocida en 2010 por una revista especializada, la muy musical Rolling Stone, como la mejor canción del pop español. Y los telespectadores de dos programas de televisión (de Televisión Española ambos), uno de 2004 (Nuestra Mejor Canción) y otro de 2019 (La Mejor Canción Jamás Cantada), la eligieron como la mejor canción de la música popular y la mejor canción jamás cantada, respectivamente.
En mi revista Insurrección , escribí sobre ella ESTO .
Y, ahora que me acuerdo, yo escribí un cuento en el que salía este auténtico catalán universal. Se titula ‘Un gorrión baila una canción de Serrat’ y lo puedes leer AQUÍ.