Colegas pide llamar a consultas a los embajadores europeos
La Confederación LGBT Española COLEGAS exige al gobierno español y a la Unión Europea que inicien acciones contundentes contra Nigeria, Gambia y Uganda, para conseguir paralizar el “virus” de la homofobia de Estado que se está extendiendo rápidamente por África, dado que la diplomacia parece haber fracasado.
Colegas señala que a pesar de las presiones internacionales y de la diplomacia de Estados Unidos y otros países occidentales, Nigeria y Uganda continúan en sus proyectos de legalizar grandes penas de prisión para las relaciones homosexuales. Son necesarias medidas más contundentes para frenar esta ola de intolerancia y sinrazón, de la parece haberse contagiado el continente africano. Hay que pasar de las declaraciones, comunicados y palabras vanas a los hechos. En caso contrario, otros países de la zona podrían caer en la tentación de dejarse llevar y unirse ante este “virus” de odio e intolerancia.
Añade que también deben condenarse las declaraciones y mensajes de odio hacia los homosexuales efectuadas por líderes africanos, especialmente los que hacen contínuamente los presidentes de Gambia, Yahya Jammeh; y Zimbabue, Robert Mugabe. Esta semana ha sido nuevamente el presidente de Gambia quien ha hecho un llamamiento a combatir a los “bichos” homosexuales como a “los mosquitos de la Malaria” y otras “alimañas”, entre otros calificativos para cosificar a los homosexuales como meros animales y seres inhumanos.
“Desde COLEGAS solicitamos al gobierno español a que se pronuncie oficialmente sobre estos temas y que haga unas reconvenciones a estos países, algo que tradicionalmente realizan la mayoría de países occidentales pero que no acaba de incorporarse a la política exterior española. También pedimos al Ministerio de Asuntos Exteriores que se llamen a consultas a los embajadores de Nigeria, Gambia y Uganda, a fin de mostrar el firme rechazo de España ante esta deriva de intolerancia y homofobia”, ha declarado Paco Ramírez, presidente de la confederación.
“La Unión Europea y el gobierno español deben reaccionar de forma inmediata y enviar un claro mensaje a estos países de que las relaciones bilaterales tendrán en cuenta el cumplimiento efectivo de los derechos humanos, así como la difusión de mensajes de odio que sólo consiguen alimentar un clima de crispación y odio hacia los homosexuales. Si continúan con su deriva, se debería paralizar todo tipo de ayudas, y anteponer de una vez por todas los derechos humanos a otras consideraciones económicas”, agrega Paco Ramírez.
