Sin previo aviso, el ministro de exteriores iraní, Mohamed Javad Zarif, informaba este 25 de febrero de 2019 a través de su página en Instagram y al periódico Al Yumhuriyeh Al Islamiyyeh –La República Islámica- de haber presentado su dimisión al presidente del Gobierno, Hassan Rohani, lo que ha supuesto una verdadera bomba política en el panorama político interior iraní con consecuencias inciertas sobre el escenario internacional.
En su entrevista con el mencionado rotativo, el hasta ayer titular de exteriores de Irán, ha responsabilizado de su renuncia a las divisiones profundas entre los partidos políticos y las facciones del Estado. Zarif insistía desde hace años en la necesidad de una política exterior de Estado alejada de las discusiones e intereses políticos partidistas.
La renuncia de Zarif, pendiente de aceptación por parte del presidente de la República Islámica y del guía supremo de la Revolución, Alí Jamenei, puede suponer el último clavo en el ataúd del acuerdo nuclear firmado entre Irán y el sexteto internacional (EEUU, Rusia, China, Inglaterra, Francia y Alemania) en el año 2015, acuerdo que quedó seriamente dañado tras la retirada de los Estados Unidos presididos por Donald Trump y los intentos europeos, al parecer insuficientes, por rescatarlo.
La división interna sobre la política exterior y las presiones exteriores crecientes por la ofensiva diplomática estadounidense e israelí, como lo atestigua la cumbre de Varsovia de la semana pasada, ha obligado al extitular de exteriores e histórico experto diplomático a renunciar.
Algunos medios iraníes aseguran que la visita de Bashar Al Assad a Teherán el día de ayer, la primera desde el estallido de la revolución siria en 2011, fue gestionada a sus espaldas, además de ser ignorado en la recepción que se le dio al dictador sirio por Jamenei, a la que sí asistieron su número dos y el general Sulaimani, comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán.
En un intento de calmar los ánimos, el presidente Hassan Rohani ha recordado que el éxito de las políticas regionales de su país se apoyan en la Guardia Revolucionaria, el Ministerio de Exteriores y la economía, especialmente las gestiones del banco central, en un intento de contentar a las partes enfrentadas sobre la política a seguir con EE. UU., sus aliados en la región y el acuerdo nuclear.
El ejecutivo de Rohani se encuentra en su momento más débil por las duras críticas de la oposición conservadora que se centran en la gestión económica y el contencioso nuclear, ambos asuntos vinculados a las asfixiantes sanciones económicas estadounidenses. La elección del nuevo ministro de exteriores podría indicar la dirección que tomará la política exterior de Irán.
Zarif, arquitecto del acuerdo nuclear
Mohamed Javad Zarif es un político y académico iraní hijo de la revolución islámica de 1979. Trabajó durante veinticinco años en las Naciones Unidas.
Fue nombrado ministro de Exteriores por Rohani en 2013, en su primer gobierno tras la victoria en las elecciones celebradas el mismo mes de agosto. Su nombramiento fue refrendado por una mayoría abrumadora del Parlamento dominado por los conservadores gracias a sus habilidades diplomáticas y su dominio del inglés.
Zarif lideró el equipo de los negociadores iraníes en las negociaciones maratonianas sobre el contencioso nuclear hasta lograr el acuerdo con el grupo de 5 más 1, acuerdo del que se ha retirado EEUU el año pasado.