El bitcoin se ha convertido este 7 de septiembre de 2021 en criptomoneda legal en El Salvador, país en el que el dólar estadounidense es la única moneda de curso legal desde hace veinte años. «El valor del bitcoin será establecido libremente por el mercado», según establece la ley en su introducción.
«Por primera vez en la historia, todos los ojos estarán puestos en El Salvador», escribió en un tuit el pasado lunes el presidente Nayib Bukele al tiempo que anunció que el país acababa de comprar sus primeros 200 bitcoins, que el martes cotizaban a 51.360 dolares según Bitcoin Prime.
Bukele y su gobierno creen que la moneda virtual va a permitir a los salvadoreños ahorrar cuatrocientos millones de dólares en gastos bancarios en los envíos de dinero que hacen regularmente los ciudadanos que conforman la diáspora, en especial los residentes en Estados Unidos.
Según una información del canal internacional Euronews, más de dos tercios de los seis millones y medio de salvadoreños están en contra de la decisión del presidente Bukele y en dos sondeos sucesivos han expresado que quieren seguir utilizando únicamente el dólar americano.
La semana pasada se manifestaron varios centenares de personas pidiendo al Parlamento -que en junio pasado votó a favor de que el bitcoin fuera moneda de curso legal en El Salvador- que renunciara a esa decisión.
Un 65,2 por ciento de la población ha dicho no estar interesada en descargarse el monedero electrónico «Chivo», imprescindible para efectuar transacciones de la vida cotidiana en bitcoins, a pesar de los 30 dólares de bienvenida ofrecidos por el gobierno.
A petición del presidente Burkele, el Parlamento ha aprobado la creación de un fondo de 150 millones de dólares para garantizar la convertibilidad automática del bitcoin en dólares, así como la instalación de 250 cajeros automáticos, algunos de los cuales estarán custodiados por militares «para prevenir posibles ataques de quienes se oponen».
Nayib Burkele, el más joven de los presidentes americanos con tan solo 37 años, dirige el país desde que en 2019 ganó con el 53 por ciento de los votos la elección presidencial como candidato de la Gran Alianza para la Unidad Nacional (GANA), partido conservador de centro derecha.
Es hijo de un empresario de origen palestino, cristiano convertido en imán islámico y, según la biografía oficial, muy influyente en la comunidad musulmana de El Salvador.
