El Partido Castellano (PCAS) ha llevado al Parlamento Europeo una serie de preguntas dirigidas a la Comisión para que expliquen qué conocimiento tienen de la muerte de cuatro linces en la provincia de Ciudad Real en escasos seis meses, y de las irregularidades que pueden haberlas provocado, dado que la mayoría de los casos se ha debido a actividades humanas incompatibles con lo esperado del programa Life+ Iberlince, como la caza en sus zona de movimientos o lazos ilegales que deberían haberse retirado antes de la suelta de los linces.
Otros casos todavía no tienen una explicación clara de los mismos, señala el PCAS en un comunicado, en el que detalla que las preguntas han sido registradas por el Eurodiputado de Primavera Europea Jordi Sebastià, cooperativa política de la que forma parte el Partido Castellano.
El programa Life+ Iberlince, en el que participa la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, tiene como objetivo final reducir el riesgo de extinción de la especie aumentando el tamaño poblacional y el número de poblaciones, llevando a cabo una serie de actuaciones encaminadas a minimizar las amenazas y a reducir los factores limitantes en la conservación del lince ibérico. El programa tiene un presupuesto global de 34 millones de euros, de los cuales 21 millones corresponden a la UE.
El PCAS considera que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha debería haber invertido mayores esfuerzos y medios en labores de concienciación de la población en las zonas donde se está reintroduciendo la especie, evitando tanto la caza en las fincas donde se encuentran los linces ahora liberados, como la presencia de lazos, venenos, trampas u otros medios de caza ilegal, minimizando de esta manera el riesgo de bajas entre los linces.
El lince ibérico, especie en peligro de extinción, está siendo reintroducido en las provincias de Ciudad Real y Toledo a través del programa europeo Life+ Iberlince, pero la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, miembro del programa, no ha corregido los problemas que llevaron a la especie a su desaparición en este territorio castellano, por lo que los resultados del programa no son especialmente esperanzadores mientras no se corrijan estos defectos.
«Por desgracia, la nueva Ley de Caza de Castilla-La Mancha, aprobada recientemente por el Consejo de Gobierno, no es la mejor base para asegurar el buen fin de este programa de reintroducción del lince, pues está más pensada en proteger al cazador y la actividad cinegética, que en preservar especies en peligro o, incluso, el uso y disfrute de la naturaleza por parte de los ciudadanos», sostiene el PCAS.
Las preguntas que se han registrado en el Parlamento Europeo, dirigidas a la Comisión, son las siguientes:
- ¿Tiene conocimiento la Comisión de las deficiencias registradas en cuanto a la prevención de muertes de linces en Castilla-La Mancha?
- ¿Ha indagado la Comisión ante los organismos españoles sobre estas deficiencias y la muerte de estos linces?
- ¿Plantea la Comisión obligar al Gobierno de España a adoptar nuevas medidas por permitir o ignorar estas irregularidades?