El periodista marroquí Souleiman Raïssouni fue trasladado finalmente a la Unidad de Cuidados Intensivos del Centro Hospitalario Universitario (CHU) Ibn Rochd, de Casablanca. Actualmente lleva 76 días en huelga de hambre.
La Delegación General de Administración y Reintegración Penitenciaria (Dgapr) se vio obligada a esta medida tras una pérdida del conocimiento por su glucemia y descenso de la tensión arterial. Las pruebas concluyeron que el porcentaje de creatinina en sangre era de once. «Si llega a los doce, el paciente cae en insuficiencia renal», lo que requiere diálisis, advirtió el lunes 21 su esposa, Kholoud Mokhtari.
Raissouni, redactor jefe del extinto diario Akhbar Al-Yaoum (Noticias de Hoy) se encuentra detenido desde el 22 de mayo de 2020, y lleva desde el pasado 8 de abril en huelga de hambre para protestar contra su encarcelamiento y la falta de juicio.
Su defensa ha condenado los «métodos de provocación y hostigamiento que le dirigió el fiscal adjunto, Messaoudi, cuando lo visitó», indicó su esposa.
«Como esposa de un detenido político», dirigiéndose directamente a la fiscalía, Mokhtari reiteró sus llamamientos para que su marido sea procesado en libertad: «Basta que mi esposo muera para que todos sean cómplices de su asesinato. No envíe de nuevo a Messaoudi porque mi esposo no lo recibirá», suplicó.
Según informó, el periodista podría ser trasladado nuevamente al hospital tras negarse a tomar azúcar, «por los comunicados de prensa engañosos e insultantes [de la Dgapr], además de las provocaciones del fiscal adjunto, Messaoudi. Souleiman se reunió con su defensa, apoyado en una muleta y por el personal de la prisión», relató.
Raissouni, conocido principalmente por sus informaciones sobre la corrupción en el país, está procesado por «atentado al pudor con violencia y secuestro». Un testimonio de un joven activista LGBTQ publicado en las redes sociales le llevó a la cárcel.
A pesar de la falta de pruebas concluyentes, todas las solicitudes de libertad provisional han sido rechazadas, un total de nueve.
Respaldo de RSF en la nueva vista
Reporteros sin Fronteras (RSF) estuvo presente en la sala con su secretario general, Christophe Deloire, quien se desplazó a Marruecos para apoyar la libertad de prensa y seguir las audiencias de los periodistas Souleiman Raïssouni y Omar Radi, que se celebraron este martes 22 de junio.
Además, recordó que el régimen será el responsable de lo que le ocurra a Raissouni, recordando la «terrible responsabilidad de que un periodista muera en prisión».
Del mismo modo, pidió la intervención del rey Mohamed VI advirtiendo del deterioro de salud de Raissouni y que el monarca «no puede permitir que muera en la cárcel». En sus declaraciones estuvo arropado por las familias de Raissouni y de Omar Radi.
Esta visita no ha sido del agrado del Majzén, que organizó una contramanifestación ante la Corte de Apelación de Casablanca contra su presencia «e injerencia», además de que su prensa difamatoria y a sueldo ha dedicado todo tipo de descalificaciones contra Deloire y RSF.
Hay que recordar que prácticamente todas las ONG internacionales e independientes suelen ser atacadas y descalificadas por el régimen marroquí.