“Of men and war” (de hombres y guerra) documental franco suizo del director francés Laurent Bécue-Renard, se acaba de estrenar, en el cine Panteón de París, que lo presenta en exclusividad, y en otras tres salas de exhibición en Francia. Una generosa apuesta por un brillante documental que nos cuenta una trágica historia de hombres y de guerra.
Doce guerreros, doce jóvenes soldados norteamericanos que combatieron en Irak y en Afganistán, viendo los horrores de la guerra, sufren del denominado PTSD, síndrome de stress post-traumático, y aportan sus testimonios en una residencia médica en donde siguen una terapia de grupo. Todos ellos intentan reconstruirse y encontrar una vida normal tras su regreso del frente.
Entre 2008 y 2013, el cineasta francés Laurent Bécue-Renard ha compartido la intimidad de esos doce soldados, primero en el centro médico de terapia en Pathway Home, en California, donde estaban internados y luego en el seno de sus propias familias. Antes de empezar a filmar, el director y su equipo convivieron durante cinco meses en esa residencia, ganándose la confianza de sus intérpretes que aceptaron finalmente la filmación, como un elemento mas de esa terapia colectiva.
Como en toda terapia de grupo, cada soldado toma la palabra para relatar los horrores que vivió, objetivo: liberar la palabra, las angustias y la culpabilidad que arrastran tras la traumática experiencia bélica. Enviados al frente de Irak o de Afganistán en plena juventud, todos han vuelto «sanos y salvos» físicamente hablando, ninguno ha sido mutilado, pero todos sufren de ese PTSD, que ha hecho de ellos hombres violentos, irascibles, incontrolables, o adictos a la droga. Sus familiares, sus esposas o sus hijos sufren a su vez de esa transformación que amenaza su estabilidad y su educación y no reconocen en ellos a los hombres que eran antes de la guerra.
Juguetes rotos del horror bélico, en donde vieron morir en mil pedazos a sus compañeros, en donde presas del miedo mataron brutalmente a combatientes o civiles, víctimas de estrés y de angustia, obsesionados por la amenaza de la muerte, esos doce guerreros que se habían preparado para cumplir una supuesta misión patriótica, regresaron a sus hogares destrozados interiormente, volcando su violencia interior en el seno de sus propias familias. La herida interior, invisible, es mucho más profunda que las heridas que sufrieron en el frente.
Se estima en tres millones el número de veteranos norteamericanos de las recientes guerras de Irak y Afganistán que sufren de PTSD. “Of men and war” recoge solo el testimonio de doce de ellos.
Testimonios filmados con brio y contenida emoción por Bécue-Renard, durante dos horas y veintidos minutos de metraje. Un considerable trabajo de montaje realizado a partir de horas y horas de filmación.
Un documental que más allá de todo mensaje político o ideológico sobre las causas de esos conflictos bélicos, se propone enviar un mensaje esencialmente pacifista sobre el absoluto horror de la guerra y sus consecuencias sobre el ser humano. “La desaparición de mis abuelos durante la primera guerra mundial, 1914-1918, y el choque sicológico y traumático que sufrieron mis familiares durante la gran guerra –cuenta el cineasta francés- es lo que me ha motivado para hacer este documental”.
“Cuando conté mi historia familiar a los soldados del documental, me comprendieron inmediatamente y el hecho de ser francés y no norteamericano, facilitó nuestra relación, -añade Bécue-Renard- y probablemente permitió liberar mejor su palabra y sus testimonios, porque no me asociaban a ninguna categoría civil ni militar de su propio país”.
El centro médico californiano está dirigido por Fred Gusman, un veterano de la guerra de Vietnam, que utiliza la terapia de grupo para aliviar el sufrimiento y las obsesiones de esos hombres, a menudo implicados en violencias conyugales, agresiones, crímenes o tentativas de suicidio.
En su primer largometraje “De guerre lasses” 1996 (hartos de la guerra) Laurent Bécue-Renard había ya abordado las consecuencias traumáticas de la guerra, al filmar los testimonios de jóvenes viudas de soldados en Bosnia Herzegovina. “Si en aquella película busque imaginar lo que pudieron vivir mis abuelas en 1918, -afirma el director- en el caso de ‘of men and war’, la cuestión que me obsesionaba era la memoria de mis abuelos”.
