En las páginas de las revistas de sociedad parece que todas las bodas son iguales, pero lo cierto es que en cada país existen costumbres, ritos, formas de festejarlo, que pueden venir de las tradiciones culturales de regiones concretas, y otros que vienen de la mano de la nueva sociedad global que se ha configurado en las últimas décadas.
Organizar una boda en España puede tener peculiaridades diferentes según se celebre en Madrid o Barcelona, implica tener en cuenta múltiples detalles que pueden estar relacionados con el entorno social y cultural de cada una de las familias de la pareja, o con la trayectoria personal de los miembros de la pareja hasta el momento en que deciden formalizar un vínculo matrimonial.
Para elegir los complementos florales que harán que las fotografías y vídeos de la ceremonia resulten excepcionales, hay sitios como Flowwow en los que pueden guiarte para diseñar el bouquet perfecto.
Pero una boda ideal en Madrid o Barcelona no se limita a un bello ramos de flores, es necesario superar cada uno de los retos que se presentan para conseguir un festejo inolvidable.
Compromisos españoles
En España el compromiso matrimonial mantiene aún significado de permanencia y seguridad para el futuro, aunque en las últimas décadas se ha abierto paso el tener en cuenta que un matrimonio puede no ser para siempre y que los contrayentes deben firmar un convenio que facilite su disolución llegado el caso.
El compromiso matrimonial puede materializarse de infinitas maneras, y suele configurarse mientras se van desarrollando las relaciones de pareja y se hace frente a las primeras dificultades, cuando se establecen criterios para resolver esas dificultades y se concluye que juntos se sienten más seguros, que a futuro esos problemas no serán motivo de separación.
Los expertos en relaciones matrimoniales aseguran que si los compromisos o promesas que se hacen previamente al matrimonio se basan en el amor y el respeto mutuos, será difícil incurrir en ofensas y más fácil superar problemas que en otras parejas pueden ser motivos de separación.
En todo caso, si la relaciones entre la pareja se han venido desarrollando en un ambiente de diálogo sobre qué puede condicionar sus vidas en un futuro a medio y largo plazo, y los inconvenientes del día a día se han resuelto sin complicaciones, sin intentar imponer criterios o preferencias personales, es que existe un vínculo de confianza que permitirá resolver cualquier problema porque al menos se habrá cultivado una amistad duradera.
¡La fiesta de boda Española!
Si la relación de pareja deviene finalmente en compromiso matrimonial y se celebra una boda, se trata de uno de los motivos de fiesta más importantes en la vida de las personas y se le dedicarán los máximos recursos posibles, ya sea civil o religiosa.
Con independencia de que se trate de una fiesta íntima destinada a los familiares y amigos más cercanos, o que se superen los míticos doscientos invitados, hay rituales que han pervivido en el paso de los tiempos, como puede ser el lanzar arroz o pétalos de flores al salir de la iglesia o del juzgado; o que la novia lance el ramo de novia para determinar cuál de sus amigas será la próxima en casarse.
Actualmente, las bodas pueden estar precedidas de una prebodas en las que juegan un papel importante los amigos más cercanos de la pareja, y permiten una primera celebración sin los convencionalismos que pueden derivarse de los condicionantes sociales o culturales de cada familia, y permiten también que se produzca una mayor sintonía entre los diferentes grupos de edad que se reunirán después de la ceremonia.
El intercambio de anillos, compartir las arras, que ejerzan como padrinos el padre de la novia y la madre del novio, quienes tenían el honor de firmar como testigos, son costumbres tradicionales en España, a las que la globalidad ha añadido las damas de honor de la novia o los acompañantes del novio.
En el banquete de bodas, que suele ir precedido de un cocktail de bienvenida, es tradicional establecer la mesa nupcial en la que, mientras se escucha una música elegida expresamente para ese momento, se sentarán los contrayentes y sus padrinos, y es habitual que tomen la palabra para explicar cómo viven ese momento, y para expresar deseos de futuro.
Antes de extenderse la costumbre de abrir una lista de bodas en algún comercio de reconocido prestigio e incluso de dejar constancia de una cuenta bancaria para quien deseen hacer ese tipo de aportación, era tradicional que a esa mesa se acercarán invitados con regalos de agradecimiento por la invitación, y que a la hora de los postres, los padrinos repartieran también recuerdos de ese día, que evidentemente han evolucionado, aunque la tradición sigue muy presente en el puro para los hombres y un detalle para las mujeres.
También se resisten a desaparecer otras costumbres de los amigos o amigas de los novios, como cortarle a él la corbata o retirarle a ella una liga, para subastarlo entre los invitados y aportar un dinero extra para el viaje de bodas.
Ropa de boda
Si el banquete y la fiesta tienen que suponer un cierre adecuado de una boda, la ropa de los novios, de los padrinos, de las damas de honor o de los acompañantes, y los vestidos de los invitados, van desempeñar un papel fundamental en el recuerdo colectivo del evento.
Si antes mencionábamos un sitio en el que asesorarse sobre los complementos florales más adecuados para cada momento de la ceremonia, conviene también buscar consejo en las redes sociales para no desentonar sea cual sea la modalidad en que se celebre y en el el banquete o fiesta posterior.
La moda española ha experimentado una potente evolución en las últimas décadas, algunas celebrities extranjeras han presumido de contar con diseñadores o diseñadoras españolas en celebraciones significativas, y revistas especializadas concluyen que vestir firmas nacionales prestigia y que al haberse adaptado a los requerimientos de superar varias crisis económicas, son capaces de crear prendas a medida y a precios aceptables.
En Internet se pueden encontrar referencias de unas cuarenta marcas españolas en las que encontrar prendas que se adapten a personalidades o edades diferentes, con prendas y complementos elegantes y sofisticadas que no tienen por qué caducar en una sola temporada, y que en muchos casos aportan el valor añadido de identificarse claramente con regiones españolas por los tejidos o materiales empleados, o por su confección artesanal.
Si en gastronomía se caracteriza lo mejor como dieta mediterránea, también en este ámbito puede hablarse de una moda mediterránea.
Un post muy completo, también acordándose de los fotógrafos de bodas.