El buque Esperanza de Greenpeace está en aguas de África del Oeste para documentar las amenazas de la sobrepesca y ayudar en la detención de pesqueros que incurren en prácticas ilegales, como transbordos en alta mar, falta de nombres legibles en los buques, impago de multas y uso ilegal de equipo de pesca.
En una actuación conjunta de Greenpeace y el Departamento de Vigilancia Pesquera (FISCAP) se han llevado a cabo detenciones de barcos que pescaban de manera ilegal en aguas de Guinea Bissau. Algunos de ellos, a pesar de llevar bandera de Comoros tienen sede en el puerto de Las Palmas.
Las formas de pesca ilegal utilizadas por estos buques han sido: hacer transbordos en alta mar, no identificar de manera legible su nombre, el impago de multas y el uso de equipo de pesca ilegal. Los pesqueros fueron llevados al puerto, y su tripulación, así como los propietarios de las embarcaciones, están siendo investigados por las autoridades locales.
“Que hayamos localizado tantos barcos violando la normativa de gestión pesquera en solo unos pocos días confirma la situación de alarma y descontrol que existe en las aguas de África del Oeste. Las compañías pesqueras y las tripulaciones se han acostumbrado a sobreexplotar las aguas de Guinea Bissau. Encontrar todos estos barcos haciendo pesca ilegal de una manera u otra, demuestra la facilidad para realizar pesca ilegal en estas aguas”, ha declarado Pavel Klinckhamers, a bordo del Esperanza.
Greenpeace, con su barco MV Esperanza, se encuentra en las aguas de África del Oeste, con el fin de documentar las amenazas de la sobrepesca a la vida marina y cómo esta afecta a la seguridad alimentaria de millones de africanos que dependen de proteína de pescado para sobrevivir.
La organización ha detectado que cada vez hay más barcos de pesca en estas aguas, no solo barcos de terceros países (europeos, chinos, rusos) sino también barcos de pesca industrial africanos. El Esperanza ya ha visitado países como Cabo Verde y Mauritana, y se encuentra en la actualidad en Guinea Bissau. Greenpeace demanda la creación de un organismo de gestión regional en esta zona de África Occidental para garantizar la transparencia, la mejora de la gobernanza, y el impacto positivo en la economía local y el empleo en todos los países de esta región.
El 22 de marzo, el Saly Reefer fue avistado haciendo un transbordo ilegal con el Flipper 3, el Flipper 4 y el Flipper 5, todos ellos con banderas de Comoros, pero pertenecen a Sea Group SL con base en Las Palmas. Los transbordos en alta mar normalmente están relacionados con pesca ilegal al ocultar pescado capturado sin licencia, lo cual es una manera de “blanquear el pescado”. Es ilegal en alta mar, y en las aguas de Guinea Bissau fue prohibido en 2015. Los barcos fueron escoltados a puerto y se enfrentan a acciones legales y una multa.
«El consumo de pescado de las poblaciones de la costa Oeste de África está sufriendo las consecuencias de la sobrepesca y la pesca ilegal. Las repercusiones de la sobreexplotación en seguridad alimentaria y la economía son elevadas. En estos países, donde la gente depende en gran medida del pescado como una de sus principales fuentes de proteínas, la pesca artesanal es una fuente vital de ingresos y empleo para casi siete millones de personas», explica Celia Ojeda, responsable de Océanos de Greenpeace.
Se estima que la pesca ilegal, no regulada y no reglamentada (IUU, en sus siglas en inglés), redujo en 300 000 el número de empleos en los sectores artesanales en África Occidental de 2010 a 2016, principalmente en Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea Bissau, Guinea y Sierra Leona. Esto representa miles de millones de dólares anuales en ingresos.
En las aguas de Guinea Bissau es donde hay más pesca ilegal. En 2014, las autoridades de este país documentaron hasta ocho buques que pescaban ilegalmente durante una semana de patrulla. Sin embargo, las sanciones por violar la ley en el mar en Guinea Bissau son demasiado débiles o la ley no se aplica correctamente.