Diez años de solidaridad y altruismo. Diez años en los que día tras día en los que en los lactarios de los centros u hospitales aparecen mujeres; madres que han dado a luz pero que ceden parte de la leche que se sacan.
El primer banco de leche del mundo fue creado en 1900 en Viena. Posteriormente se abrieron en Boston (1910); Buenos Aires (1921); Río de Janeiro (1043) y desde entonces existen muchos centros en Europa, Estados Unidos, Centroamérica y Sudamérica. La presencia de bancos de leche suponen un valora añadido a una sociedad comprometida con la salud de los niños y con la solidaridad hacia las madres.
España tiene una trayectoria corta ya que se comenzó con los bancos de leche hace menos de veinte años. En la actualidad, cuentan con 14 instituciones que disponen de leche materna en casi todas las comunidades autónomas. De hecho, el propósito de los bancos de leche es que ningún niño recién nacido tenga que tomar leche maternizada envasada.
La generosidad de las mujeres que donan leche a otras que por diversas razones no pueden dar ni el calostro, porque no les sale es infinita. Niños prematuros; niños vulnerables; niños enfermos. En España hay catorce centros que distribuyen al menos unos 7.500 litros al año. Leche donada a cerca de dos mil quinientos niñós que nacen y por una razón u otra no pueden recibir leche de su madre.
Según cifra la Organización Mundial de la Salud (OMS), los bancos de leche humana son una de las mejores estrategias sanitarias en la disminución de la mortalidad infantil y en la protección del amamantamiento. Niños con pesos inferiores al kilo o que tienen menos de 28 semanas de gestación; niños prematuros que luchan por sobrevivir y por desarrollar patologías relacionadas con la inmunidad. Una resistencia necesaria en los primeros estadios que hace que cuanto mayor sea el volumen de la leche materna donada antes dejan de estar en riesgo; una supervivencia a cambio de leche que hace madurar al intestino; a la colonización por gérmenes beneficiosos para el prematuro vulnerable; que con apenas 20 mm de leche sea capaz de sobrevivir durante varios días.
Si una madre quisiera ayudar a otros bebés tendría que contactar con el banco de leche más cercano a su domicilio y establecer una rutina diaria. Allí le informarían sobre el proceso de donación y las condiciones precisas para donar; mujeres que estén lactando; que voluntariamente quieran extraerse su leche y que gocen de buena salud.
La falta de higiene, el almacenamiento incorrecto o la contaminación de la leche varia de una mujer a otra así como la composición nutricional de la leche que aumenta conforme aumenta el tiempo de lactancia. Dudas, preguntas y otras cuestiones pueden plantearse cuando una mujer es madre y ya está lactando. Dar el resto de la leche a otros niños hará en todo caso que crezcan los hermanos de lactancia; las madres durante los primeros meses. ¿Acaso hay algo más bonito que sacar adelante a un bebé?
