Jamón ibérico, mitos acerca de su ingesta

Llegan las fiestas navideñas y es normal poner de aperitivo jamón ibérico de bellota en muchos hogares españoles. Un estudio publicado en Wiley Online Library aconseja el consumo diario de 40 gramos de jamón porque no solo tiene beneficios para la salud cardiovascular sino que contiene grasas monoinsaturadas que están asociadas a una menor incidencia de enfermedades crónicas.

Las conclusiones citan que la ingesta regular de este producto cárnico que proviene de la pata de cerdo curada, no engorda, no sube la tensión arterial y es bueno para la salud en general según un estudio realizado a 100 individuos escogidos al azar. Los beneficios de tomar jamón hacen prever que no solo evita el cáncer y otras enfermedades degenerativas sino que mantiene los niveles correctos en los pacientes que lo han tomado con frecuencia.

Los resultados de este estudio se sumaron a la protección que ejerce la dieta mediterránea sobre la salud global de los consumidores españoles que incluye aceite de oliva virgen extra, verduras, frutas, frutos secos, legumbres y pescado. El consumo de carne roja y de grasas saturadas se asocia a la obesidad y al incremento de la presión arterial.

Entre otros beneficios es muy bueno para prevenir la osteoporosis, es una fuente de vitaminas del complejo B (B1, B2, B3 y B6) así como vitamina D. Ayuda a superar el estrés y la depresión y es fuente de proteínas asimilables. Es un alimento con alto contenido en hierro especialmente interesante para ancianos y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Además de ello, aporta una gran cantidad de minerales además de hierro, zinc, calcio, fósforo, magnesio y potasio. Mejora la capacidad de atención, comprensión y retención y contribuye a un mejor desarrollo de la capacidad intelectual sobre todo en adolescentes. Ideal para deportistas, tiene polifenoles que son antioxidantes y antiinflamatorios que tienen además, un efecto positivo para la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Practicamente no tiene hidratos de carbono y su aporte calórico es muy bajo, lo que lo convierte en un aliado cuando se está a dieta. En relación a los ácidos grasos, destaca el ácido oleico que mejora el colesterol LDL (malo) y HDL con lo cual contribuye a la protección del corazón.