Un comunicado oficial del gobierno italiano ha anunciado que la afgana Sharbat Gula, famosa mundialmente por sus magníficos ojos verdes, que fueron portada de la revista National Geographic en 1985, cuando era una niña de doce años, ha sido acogida en Italia después de que el pasado 15 de agosto los talibanes se hicieran con el poder en Kabul, acabando con diez años de precaria democracia en el país.
«La ciudadana afgana Sharbat Gula –precisa el comunicado- ha llegado a Roma. El gobierno italiano ha facilitado y organizado su traslado».
Italia, comprometida junto a Estados Unidos, España, Turquía, el Reino Unido y Alemania en la misión «Resolute Support» que la OTAN puso en marcha en agosto pasado en Afganistán, tras la toma del poder por los talibanes y la retirada de las tropas estadounidenses, ha evacuado a miles de afganos que no deseaban permanecer allí, y entre ellos a Sharbat Gula.
Hace casi cuarenta años, la fotografía de Sharbat Gula, -tomada en 1984 en un campo de refugiados afganos en Pakistán, al que llegó tras la invasión soviética de Afganistán en 1979, y que ahora puede contemplarse en la exposición que su autor, el fotógrafo de guerra Steve McCurry, tiene instalada en el Colegio de Arquitectos de Madrid hasta febrero de 2022- dio la vuelta al mundo.
En Pakistán la mujer, madre de cuatro niños y analfabeta, permaneció junto con otros miles de afganos que huyeron de los combates en su país, hasta 2016 cuando Sharbat Gula, quien entonces tenía unos cincuenta años (nunca ha podido establecerse su edad exacta), fue condenada a quince días de cárcel y una multa de 110.000 rupias (950 euros), que pagó el consulado afgano, por tener documentación falsa, y devuelta a Afganistán, en la campaña de presión sobre los refugiados afganos para que abandonaran el territorio paquistaní, que en aquel momento contaba con cerca de millón y medio de refugiados afganos.
«Muy contento de acoger el regreso de Sharbat y su familia», escribió entonces en su cuenta de Twitter el presidente afgano Ashraf Ghani, quien organizó una recepción en su honor y le prometió una casa amueblada, porque «ella representa a todas las valientes mujeres de este país».
En aquel momento, el fotógrafo Steve McCurry, autor de la célebre portada de National Geographic, dijo que Sharbat Gula «ha sido durante décadas el símbolo de los refugiados y ahora se ha convertido en el rostro de los migrantes rechazados, tras una vergonzosa violación de los derechos humanos».