Las reformas en Cuba olvidan a los pobres

El paisaje de ciudades y poblados de Cuba ha cambiado: donde antes solo se veían consignas políticas, hoy florecen letreros luminosos ofreciendo lo mejor de la comida local e internacional y hospedaje con aire acondicionado, muestras de un emergente sector privado impensado hasta hace muy poco, informa Patricia Grogg (IPS) desde La Habana.

Bares-privados-Cuba_JorgeLuisBaños-IPS Las reformas en Cuba olvidan a los pobres
Noche de sábado en el bar privado » El Madrigal»,ubicada en el Centro de la barriada del Vedado, en La Habana , Cuba. 28 de diciembre de 2013, 23:45 p.m. Foto: Jorge Luis Baños (IPS)

A raíz de la política migratoria que entró en vigor en 2013, ciudadanos de este país realizaron más de 250.000 viajes al exterior entre el 14 de enero y el 30 de noviembre, de acuerdo a datos oficiales.

Como ya no se necesitan ni el permiso de salida ni la carta de invitación desde el país a visitar, connotados disidentes pudieron salir y regresar a Cuba sin problemas, tras décadas de prohibiciones.

En 2011 la ciudadanía había recuperado el derecho individual de propiedad de sus casas y automotores, que hasta ese momento solo podían vender al Estado. Al finalizar 2013 se le ha anunciado que podrá adquirir un auto sin la hasta ahora obligatoria carta del Ministerio del Transporte. El trago amargo va en los precios del mercado estatal, que se equipararán a los del subterráneo.

Muchas personas que ahorraron para comprarse un vehículo suponen que no podrán hacerlo porque los nuevos precios serán tres veces mayores que sus posibilidades.

Mercedes, oficinista jubilada de 67 años con una pensión equivalente a unos 11 dólares y una hija incapacitada, se siente ajena a esos cambios. «El dinero no me alcanza para vivir. Mis vecinos me aconsejan que alquile una habitación, pero primero tendría que arreglar mi apartamento y no tengo recursos para hacerlo», comenta a IPS.

«El problema no va por la lentitud de las reformas, sino en cómo las perciben y llegan a la gente», concluye Bélkis González, profesional de las comunicaciones. Más allá del declarado propósito gubernamental de que nadie quedará desamparado ni habrá «terapias de choque», las brechas e inequidades se mantienen.

Durante las discusiones previas al plan de reformas aprobado en 2011 por el gobernante Partido Comunista de Cuba, especialistas alertaron que el documento base debía incluir ingredientes sociales mucho más explícitos y fuertes que los enunciados.

«El texto tiene una impronta economicista totalmente justificada», porque de lo contrario «no hay proyecto social», reconocía en ese entonces a IPS la socióloga Mayra Espina. Pero es «algo simplista» la idea de que actuar preferentemente sobre lo económico va a generar influencias positivas sobre las dimensiones sociales, añadía.

Según estudios citados por Espina y otros especialistas, la población urbana en pobreza de ingresos y necesidades básicas insatisfechas aumentó de 6,3 por ciento en 1988 a 20 por ciento en 2000. Esa estampida de la vulnerabilidad social obedece al impacto de la recesión económica en que cayó el país a inicios de los años 90, tras la desaparición del campo socialista del que dependía.

De acuerdo al censo de 2012, 76,8 por ciento de la población de este país es urbana, ligeramente superior a la de 2002, que fue de 75,9 por ciento. El total de habitantes llegó a 11.167.325, es decir 10.418 personas menos que en 2002. Y hay dos millones que tienen 60 años o más.

En 2012, el gobierno de Raúl Castro dispuso un subsidio estatal a personas de escasos recursos que necesitaran reparar o construir viviendas. La medida se vio como el comienzo de un proceso para subvencionar a la gente y no a los productos.

En la misma línea se pospone la eliminación de la libreta de abastecimiento racionado de alimentos, un sistema cuyo subsidio que le costará este año al Estado 2.437 millones de dólares.

Los pobres están en desventaja para aprovechar las oportunidades de los cambios, pues están menos capacitados, carecen de recursos para ejercer un trabajo por cuenta propia y no reciben remesas de sus familiares desde el exterior, un salvavidas que ha permitido a muchas familias capear el temporal, aunque no existe estimación oficial de su monto anual.

«Sería decisivo implementar políticas no solo de asistencia y amparos a los vulnerables», puestas en práctica de acuerdo al plan de reformas, sino «de carácter afirmativo» para reducir las inequidades, sostiene Espina.

Una de las transformaciones más abarcadoras comenzó en 2008 en el agro. Pero aún no da resultados y los precios de los alimentos siguen altos, pues las fuerzas productivas siguen frenadas ante la falta de medidas que faciliten su desarrollo e independencia para tomar decisiones, estiman expertos como el economista Armando Nova.

Ahora, 70 por ciento de la tierra está en manos de entidades no estatales, responsables de más de 75 por ciento de la producción total de alimentos.

Entre ellas, las cooperativas y los agricultores privados, que detentan alrededor del 24 de la tierra agrícola, producen más de 57 por ciento de los alimentos de origen vegetal y animal. «O sea que hay eficiencia demostrada», opinó Nova en una entrevista que circuló por Internet.

Más de 440. 000 personas son cuentapropistas en casi 200 oficios autorizados. Pero la falta de un mercado mayorista para comprar sus insumos, el escaso poder adquisitivo de la gran mayoría de los potenciales consumidores y los impuestos conspiran contra el éxito de estos emprendedores.

El gobierno parece querer desarrollar las cooperativas no agropecuarias. Ya hay 270 autorizadas y en funcionamiento y 228 esperan aprobación. El vicepresidente Marino Murillo explicó ante el parlamento que esa prioridad obedece al carácter más social de su producción y distribución de los recursos que genera.

El gobierno pretende que, para 2016, 40 por ciento del empleo se genere fuera de las empresas estatales.

Otro tema pendiente es la convergencia de las dos monedas cubanas, una de ellas, el CUC, cotizada con referencia al dólar y otras divisas.

«En ningún caso las personas tendrían afectaciones a su poder de compra. Se respetará la capacidad financiera del CUC», dijo Murillo, un sedante para ese 60 por ciento de la población que se estima tiene acceso a divisas.

Pero los cambios no han entrado en hogares como el de Mercedes, incluso cuando se mantiene atención de salud gratuita, vital para ella y si hija.

«Yo sé que (el expresidente y líder histórico) Fidel (Castro) y Raúl (Castro) piensan en gente como nosotros, pero ellos ya tienen más de 80 años. ¿Cómo será con los que vienen detrás (en el gobierno)?. Si quitan la libreta (de alimentos racionados), ¿qué comeremos?», se pregunta.

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2 COMENTARIOS

  1. El artículo es objetivo, me gusta como ha sido tratado el tema.
    Considero que los trabajadores estatales (en particular los maestros, profesores y médicos, los cuales no podemos contratarnos en más de un puesto de trabajo), estamos en seria desventaja, al igual que los pensionados y jubilados como bien se ilustra en el artículo.
    Algunos trabajadores por cuenta propia, tienen mayores ventajas, así como otra capa importante (que para nada es depreciable) que vive de las remesas familiares y otros ingresos fuertes, a los cuales, estas medidas sin dudas favorecen enormemente.
    En mi opinión la cuestión va más allá de las propias medidas que se proyectan hasta el momento, porque como también se ha planteado aquí, no se tratata de liberar aquellas medidas (que ya estaban implantadas) que obstaculizan el desarrollo endógeno de la pequeña y mediana economía, así se trate del modelo Socialista, la cual el Estado, le es imposible ocuparse.
    Aquí se trata de salario. Nuestro salario sigue siendo nominal y no real, poque en qué se resume lo que ganamos: en pago de obligaciones y alimentos, que no siempre se puede satisfacer las necesidades familiares.
    Otra cuestión de esencia, es el tema de la escala salarial, sustentada en que se sigue una escala obsoleta, que para nada tiene en cuenta el principio «A cada quien, según su trabajo y a cada quien, según su capacidad».
    Es bien complejo este asunto del salario y la doble moneda. Yo no sé de qué modo esto encontrará una salida.
    Pienso que el gobierno cubano tiene que seguir profundizando más en el sector más desfavorecido (los trabajdores estatales, pensionados y jubilados), porque lo que ha sucedido cuando no se tiene otra alternativa, en particular con las personas jóvenes, es que han emigrado fuera del país en busca de mejorar económicamente.

  2. Parece que los pobres son olvidados con frecuencia, quizás en todas partes (no conozco la situación de cada país del mundo) porque han existido, existen y, en algunas partes, circunstancialmente o no, aumentan.
    Un Estado protector-benefactor que lo resuelve todo, hoy en día no es congruente con la tendencia de la historia, pues los socialismos reales cayeron bajo su propio peso en ello.
    Por otro lado, el derrumbe de los socialismos reales y el haber quedado en «la cancha» solamente el liberalismo, que según Fukuyama puso «fin a la historia», tampoco es infalible, porque igual se producen crecimientos «por chorreo» hacia los de abajo, insuficientes. Lo peor es que se genera como un embudo. Lo ancho para arriba y lo delgado para abajo.
    Y la subsidariedad es insuficiente, además resistida por los que son afectados en su abundancia ya que consideran que son mermados.
    A nivel general de la dinámica histórica del mundo, el sentimiento social solidario de los que tienen más hacia los que tienen menos no es algo que surja espontáneamente. El que tiene más se resiste y se opone con todo.
    Me recuerdo de las causas que llevaron a la Rev. Francesa: la institución monárquica y la institución religiosa no pagaban impuesto alguno, todo el peso de financiar al Estado recaía en los que menos tenían y en los que, entonces, estaban generando el sistema de productividad capitalista.
    El estatus absolutista y la sociedad de esa épcoa, fue defendida a muerte, hasta que fueron ellos los «matados».

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