Lavo, marco … pero no entierro: cuatro años consecutivos peinando calaveras

Inspirada en una peluquería de Malasaña, Cortacabeza abrió sus puertas en 1983 y ha superado todas las crisis posibles; desde un divorcio, pasando por nuevas peluquerías haciendo competencia y por supuesto, incluyendo las modas de cresta o tupé.

Esta peluquería está sujeta por el gran pilar que es Gabi (Olga Hueso), con esa vis cómica que en ella es inevitable, atrapa a todos sus clientes. Acompañada por su ayudante Fernando (Mario Alberto Díez), algo neurótico y a quien le cuesta seguir las formas básicas de cortesía y digestión en determinadas situaciones. Entre ellas la llegada de dos secuestradores, Vero (Rebeca Plaza) y Lucas (Juan Caballero); poco audaces pero son el contrapunto necesario. Son personajes con personalidades elevadas a la enésima potencia, por lo cual hay risas aseguradas.

Una comedia, a ratos surrealista con humor absurdo, irónico y sarcástico. Una obra ágil donde las haya; Juanma Pina, autor y director, ha logrado que la cuarta pared sea inexistente, el público se convierte en clientes viendo como Cortacabeza va perdiendo algunas facultades a la par que sus ocupantes. 

Vayan, riánse y quédense con la moraleja: no se sientan culpables si entierran unos problemas en busca de otros; se huye no para acabar con los problemas, sino para que ellos no acaben con nosotros. 

Seis temporadas. Cuatro años consecutivos. Aplausos entre escena y escena. El público no se equivoca, así que poco más queda por decir. Pidan cita, les estarán esperando. Solo un detalle, tengan cuidado con las escaleras…

Ficha técnica: