El periodista uzbeco Muhammad Bekjanov fue puesto en libertad el 22 de febrero de 2017, después de 18 años de prisión, informa hoy Reporteros Sin Fronteras (RSF), organización que le concedió en 2013 el Premio de la libertad de prensa.
Muhammad Bekjanov ha sido uno de los periodistas que más años de prisión ha sufrido, y su liberación ha sido acogida con alegría por la Asociación «Derechos Humanos en Asia Central» (AHRCA), Defensores de los Derechos Civiles (CRD), Freedom House, Asociación Internacional para los Derechos Humanos (IPHR), el Comité Noruego de Helsinki (NHC) y el Foro uzbeko-Alemán para los Derechos Humanos (Grupo Unificado), organizaciones que han pedido junto a RSF a las autoridades uzbekas que permitan al periodista unirse de inmediato con su familia en los Estados Unidos.
Exeditor del principal periódico de oposición uzbeko y considerado «héroe de la información» por RSF, Bekjanov Muhammad fue detenido y torturado en 1999, encarcelado hasta 2012, vio extendida su prisión en el último momento hasta su liberación final este 22 de febrero, a los 62 años. Según el auto de libertad, no se le permitirá salir del país por un año, lo que significa que todavía pasará algún tiempo separado de su familia, exiliada en los Estados Unidos.
Las organización que perseguían su liberación han recordado que su paso por la cárcel ha sido «por hacer su trabajo» y han reitero un llamamiento «para la liberación inmediata de todos los periodistas y activistas de derechos humanos que permanecen injustamente detenidos en Uzbekistán», y señalan el caso de otro periodista, Yusuf Ruzimuradov, encarcelado y con graves problemas de salud.
A principios de los años 90, a la cabeza de la redacción de Erk (Libertad), Muhammad Bekjanov trató de abrir el debate sobre temas tabú en Uzbekistán: el desastre ecológico del Mar de Aral, el trabajo forzoso en los campos algodón, una economía empobrecida… Su hermano, el poeta Muhammad Salik, era el único rival del presidente Islam Karimov a las elecciones de diciembre de 1991.
En 1999, un atentado terrorista con bombas en Tashkent sirvió de pretexto al régimen para silenciar a los críticos y fueron detenidos numerosos activistas demócratas. Muhammad Bekjanov fue considerado cómplice y condenado a 15 años de prisión. En febrero de 2012, días antes del término de su detención fue condenado a otros cuatro años y ocho meses de cárcel por «negarse a obedecer las demandas de la administración de la prisión.»
A causa de las torturas que había sufrido en su detención y los años en prisión donde sufrió una tuberculosis grave que estuvo mucho tiempo sin tratar, el reportero ha perdido muchos dientes y parte de la audición. En los últimos años sufre episodios de picos de dolor y malestar constante debido a una hernia inguinal, que se rompió mientras estaba empleado en la prisión para la fabricación de ladrillos.
Uzbekistán se ubica en el puesto 166 de 180 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa publicada en 2016. Algunos presos políticos, entre ellos Bobomourod Razzakov y Samandar Koukanov, fueron puestos en libertad después de la muerte de Islam Karimov en agosto de 2016. Sin embargo, muchos periodistas, opositores políticos, defensores los derechos humanos y otros representantes de la sociedad civil siguen encarcelados.