Una niña de unos diez años camina hacia la escuela ante un escenario marcado por los combates. Los libros de su mochila rosa son la viva y feliz antítesis de los cañones de los carros de combate. La fotografía, obra de Olivier Jobard, de la agencia Sipa Press, está tomada en Misrata, Libia, en 2012 y pertenece a la exposición fotográfica “Caminos a la escuela”, inaugurada esta semana en Madrid en la Fundación Canal.
Olivier Jobard / Sipa Press. Misrata, Libia, 2012. De la exposición “Caminos a la escuela”, Fundación Canal, 25-9-2014 – 5-1-2015
Se trata de una muestra producida para la Unesco que presenta 18 historias reales en 134 fotografías de superación y de esperanza de niños de todo el mundo basadas en el trayecto que realizan, cada día, para llegar a sus escuelas.
La exposición presenta los trabajos de 18 fotoperiodistas que describen los desafíos extremos a los que se enfrentan niños de todo el mundo para llegar cada día a sus escuela: cruzar montañas, desiertos, ríos, aguas heladas, escenarios de conflictos armados o barriadas extremadamente peligrosas, con la convicción de que a través de la educación alcanzarán una vida mejor.
La pobreza, la discriminación, la discapacidad, la distancia entre el hogar y la escuela, los conflictos bélicos o los desastres naturales son algunos de los obstáculos que se interponen en el camino de muchos niños hacia la educación.
Todos demuestran una sorprendente determinación de asistir a la escuela.
Historias reales, con nombres y caras, están presentes es esta exposición que a través de un sugerente diseño expositivo invita al visitante a viajar con estos niños, compartiendo sus desafíos, y a reflexionar sobre las tremendas circunstancias que a día de hoy siguen impidiendo a muchos niños acceder a la educación, punto fundamental para la Unesco, de acuerdo a los objetivos adoptados con las Naciones Unidas, incluyendo los Seis Objetivos de la Educación para Todos y los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, en particular el objetivo 2 y objetivo 3, que corresponden a la educación primaria universal y a promover la igualdad de género y autonomía de la mujer.
Las 134 imágenes presentes en esta exposición, y sus 18 historias, demuestran que estos niños, como muchos otros, son capaces de romper barreras geográficas, sociales, económicas y de género para poder aprender desde el convencimiento de que la educación les abrirá las puertas a una vida mejor.
A la niña de la foto sus libros de texto tienen que ayudarla a construir un país en el que todos, hombres y mujeres, musulmanes, cristianos o agnósticos se entiendan con la palabra y no a cañonazos. Una Libia en paz, libertad y prosperidad en la que la mayor riqueza no sea otra que la educación.
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