Los laboristas apuestan por un giro radical a la izquierda

Las bases del Partido Laborista han apostado por dar un giro radical a la izquierda y han votado mayoritariamente por Jeremy Corbyn (59,5 % de votos) en la primarias de este partido celebradas el sábado (11 de septiembre de 2015) para elegir un nuevo equipo que se enfrente a las políticas conservadoras en el Reino Unido contando con el apoyo de los nuevos movimientos sociales surgidos en Europa con las crisis sociales.

Según analistas de la propia izquierda europea, Jeremy Corbyn supone un terremoto en la política británica, solo una décima parte de los actuales diputados laboristas le han manifestado apoyo en las primarias, y la actual mayoría del aparato laborista no contaba tener como líder a un veterano de 66 años, curtido en el activismo social, abiertamente simpatizante del movimiento de los «indignados».

De hecho, Corbyn consiguió apenas cubrir los apoyos necesarios para participar en las primarias con la firma de algunos parlamentarios opuestos a su filosofía política pero que querían contraste de ideas para dar legitimidad al proceso.

Jeremy Corbyn, 66 años, vegetariano, quien se desplaza en bicicleta por Londres, hijo de activistas que se conocieron en la lucha contra Franco en la Guerra Civil española, ha soportado en este proceso electorales descalificaciones muy duras de dirigentes históricos de su propia formación, y el propio Tony Blair escribió varios artículos en su contra a medida que aumentaban sus expectativas de voto.

Es significativo que una de las primeras felicitaciones recibidas por Corbyn sea la de Podemos desde España, que ha definido esta sábado 11 de septiembre como «un buen día para Europa» y en un comunicado sostienen que:

Desde Podemos queremos felicitar a Jeremy Corbyn por su arrolladora victoria en las elecciones primarias del Partido Laborista. Queremos además expresar nuestro reconocimiento, nuestro agradecimiento y nuestra admiración por las decenas de miles de personas, organizaciones, asociaciones y redes que han hecho posible con su movilización esta victoria ilusionante y decisiva.

Soplan vientos de cambio en toda Europa. Es el momento de romper el yugo de la pasividad, del descreimiento y el escepticismo; hay que movilizarse para decir basta a los abusos de la austeridad, del gobierno indisimulado de los mercados, de unas élites políticas y financieras que anteponen sistemáticamente sus propios intereses a la defensa de los derechos sociales, de los servicios públicos, de los valores de la equidad, la fraternidad, la solidaridad y la justicia social. Esta victoria es un paso más en la larga marcha hacia una Europa diferente, democrática, justa e inclusiva, que no deje a nadie atrás y recupere las instituciones para sus ciudadanos.

Más protocolaria ha sido la carta recibida de sus colegas del PSOE en España para desearle suerte:

El Partido Socialista Obrero Español desea felicitar al nuevo líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, elegido por los militantes de esta fuerza política, para encabezar una nueva etapa. Desde el socialismo español se desea suerte al Partido Laborista con la esperanza puesta en que el trabajo conjunto de la izquierda sea provechoso en todo el continente. 

El PSOE confía en que pronto, con los laboristas de Reino Unido también, la izquierda traerá a Europa políticas de solidaridad e igualdad que pondrán fin a la pesadilla conservadora y que supondrán un impulso con medidas de crecimiento justo y solidario.

Los desafíos del laborismo

Jeremy Corbyn rechaza la austeridad impuesta en la Unión Europea desde Bruselas, fue el único diputado laborista en votar contra los recortes a los presupuestos de bienestar promovidos por su propio partido, y considera que la solución es un sistema impositivo progresivo para combatir el déficit, con una decidida actuación contra el fraude fiscal de las corporaciones empresariales y las rentas más altas, además de retomar el control del Estado sobre los sectores estratégicos de la economía.

También apuesta por una emisión concreta de bonos financiados por el Banco de Inglaterra para invertirlos en vivienda, energía transporte y tecnología, medidas que impulsarían el mercado laboral y que han sido consideradas como válidas por el sindicato mayoritario, UNITE, cuyos afiliados se han puestos claramente de su parte.

Y le han apoyado sin reservas las organizaciones de la sociedad civil de las que forma parte, como Stop The War, que preside, opuesta a la guerra de Iraq o a los bombardeos en Siria; y Campaign for Nuclear Disarmament CND, de la que es vicepresidente, así como las que se oponen al Tratado Trasatlántico de Libre Comercio (TTIP)