Hillary Clinton, la ex primera dama y ex secretaria de estado en la primera parte del gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio a conocer este domingo la noticia más esperada, su lanzamiento para contender por la presidencia de la más poderosa potencia del mundo, de ahí la necesidad de conocer los pros y los contras de la demócrata que hace seis años fue derrotada en la primarias por el actual ocupante de la Casa Blanca.
Tiene a su favor que es la dama y la política de mayor popularidad en todo el inmenso país, por tanto en su partido, el Demócrata, no tiene rival a su altura, si surgiera alguno, cosa que al parecer no sucederá, lo derrotaría fácilmente.
La crítica más fuerte que le endilgan sus enemigos, es haber estado fuera de contacto con la realidad de la nación, más precisamente del hombre de la calle. Ciertamente es algo inexacto, primero en la Casa Blanca y después de la experiencia en la titularidad de la Secretaría de Estado, sin discusión, ha acumulado un acervo amplio no sólo de la realidad de su país sino del contexto mundial.
Seguramente para enfrentar a sus críticos, en su lanzamiento al través de su página Web, que ha sido consultada millones de veces, su mensaje más importante, más sustancial y más preciso va dirigido al grueso de la población: “Los estadounidenses de a pie necesitan una defensora. Quiero ser esa defensora”, declaró Clinton.
“La balanza aún se inclina a favor de quienes tienen los mayores ingresos”, denuncio Hillary para luego asegurar que “los estadounidenses de a pie necesitan de un paladín. Yo quiero ser ese paladín”. “Me lanzo al terreno para ganar su voto”.
Algunos analistas ya han señalado que su mensaje es populista ¿Quién de los candidatos a cualquier puesto de elección popular no se dirige al popolus, como dicen los Papas? es en última instancia, el que otorga los mayores votos. La clase media de Estados Unidas ha sido muy golpeada por años de gobiernos republicanos, Obama, con un Congreso en contra, no ha podido completar sus promesas de campaña.
Ya en lo francamente grotesco, todavía hay quienes la cuestionan por no haber tomado, según dicen, un papel más digno cuando se descubrió el «affaire» de la exbecaría con su esposo, el entonces presidente, Bill Clinton. El pueblo estadounidense es más liberal del conservadurismo de lo que a veces se le endilga.
Clinton, con más pros que contras, a los 67 años se lanza a esta nueva conquista por la Presidencia de Estados Unidos, su verdadero contrincante será el candidato republicano. Cuando tenga 69 años, así como Obama se convirtió en el primer Presidente negro, Hillary podrá hacer historia, como la primera Presidenta de la gran potencia.
