Malta y los templos megalíticos

Nunca imagine, al viajar a Malta, que me encontraría con una herencia de siglos y con joyas prehistóricas, cuidadosamente conservadas, en el marco de un paisaje agreste, rodeada de ardiente sol y del azul mar Mediterráneo.

Malta es república independiente desde 1964 y adherida a la Unión Europea en 2004, con la mas alta densidad de población de Europa. Su nombre “Malta”, es bautizo de los griegos que la consideraban la “tierra de la miel”; su gente amable y el color dorado de su arquitectura recuerdan ese dulzor.

Malta es sinónimo de historia, coraje y determinación. El archipiélago esta formado por Malta, Gozo y Comino y otras pequeñas islas. Su capital es La Valeta, centro de gobierno, comercio y cultura, ciudad fortificada construida en una de las bahias mas bellas de Europa. Con estatuas de ángeles que la protegen.

Su estratégica posición en el Mediterráneo ha llevado a esta isla, a ser una clave histórica y comercial a través de los siglos. Unida a Italia por la cercanía con Sicilia y frente a Túnez, es puente de ambos continente, es enlace también de comercio entre las rutas marítimas de oeste-este, norte y sur.

Fue poblada por sicilianos, cartagineses, fenicios, griegos, romanos, árabes, de donde provienen aspectos de su lengua: el maltés. La isla fue visitada por San Pablo, una gran estatua se levanta en la bahia con su nombre. Fue asediada por Soliman, el Magnífico, y su pueblo resistió al sitio de las naves turcas, convirtiéndose en bastión de la cristiandad en el Renacimiento.

Los Caballeros Hospitalarios (Orden de Malta) fueron quienes durante varios siglos se establecieron y gobernaron el lugar, creando carreteras, incentivando los cultivos y fortificando la isla como pocos sitios en el mundo. Construyeron iglesias y fueron guardianes del Mediterráneo. Testimonio de ese esplendor son las fortalezas que rodean la capital y las iglesias, especialmente la Cocatedral de San Juan, construida en 1577, de gran belleza arquitectónica y artística y donde puede verse “La decapitación de San Juan Bautista”, del pintor Caravaggio, quien vivió en esta tierra, y fue expulsado por homicidio.

La isla no escapó del interés de Napoleón quien acabó con la hegemonia de los Caballeros de Malta. Luego, los franceses se rindieron, en 1800, ante los británicos que la convirtieron en un Protectorado. Durante la Segunda Guerra Mundial fue nuevamente asediada por el Eje, y nuevamente el pueblo resistió. Mas tarde, Malta se declara República de Malta, y los ingleses se retiran definitivamente.

Emociona el sentido religioso de los malteses, hay iglesias abiertas y los fieles asisten con asiduidad y unción. Tal vez, por ese espíritu tranquilo y familiar, muchos grupos de adolescentes visitan la isla y aprenden inglés en los cursos de la Universidad de Malta.

“Vivimos felices, trabajamos mucho- me dice Mauro, capitán de un barco – no nos falta nada, hablamos nuestra lengua, mantenemos nuestras tradiciones y respetamos a quienes nos visitan. Vivimos en armonía y con Dios”. Así me dijo mientras terminaba de anclar la nave. Fue Mauro quien me recomendó el viaje en barco hasta Gozo, visitando las grutas de la costa maltesa.

Y fue Carina Dimech, ejecutiva de mercadeo, quien me alentó a ver los famosos templos, recordándome que la cultura megalítica floreció en Malta y Gozo, hace 5000 años, y sus construcciones son una de las mas antiguas de la humanidad.

Christine Darmanin, jefa de Relaciones Internacionales, me recibió en su despacho de Malta Tourism Authority, y me confirmó la importancia de estos hallazgos prehistóricos: “Los malteses tiene una gran conciencia de sus bienes culturales, por otra parte, el turismo, es una fuente de ingresos importante para la isla.”

En 1980, la Unesco declara Patrimonio de la Humanidad a los sitios arqueológicos de Gozo y en 1992 a los de la isla de Malta: Templos de Tarxien, Mnajdra y Hagar Qim en Qrendi.

Los autobuses turísticos salen de la Plaza Mayor con recorridos frecuentes. Comenzamos, entonces, nuestra aventura hacia los monumentos megalíticos. La primer parada es en el pueblo de Tarxien. Compruebo que las ruinas están en medio de la ciudad y muy bien conservadas. La guía me explica los trabajos cuidadosos que se hicieron para salvaguardar la arquitectura de los templos construidos con grandes piedras, dispuestas en forma de trébol. Los hombres prehistóricos, utilizaron el material de la región, cultivaban una agricultura básica y algo de ganado.

Los Megalitos (piedras de gran tamaño) forman cámaras semicirculares, algunas están decoradas con motivos rupestres, otras con altorelieves. Estos templos, quizá fueron centros mortuorios, oratorios y luego, un lugar ceremonial religioso, dedicado a la diosa de la fertilidad, muy común en el Mediterráneo. Su disposición denota un sentido arquitectónico más elaborado que el observado en Stonehenge.

Pero las sorpresas no acaban. Durante el viaje en bus, se recorre gran parte de la isla, vemos los sembradios en terrazas, la aridez del terreno, las casas levantadas con la piedra local que le dan a Malta ese color ocre, las buenas carreteras, el orgullo que sienten por su aeropuerto de díficil planeación y la energía de sus puertos, que son entrada de divisas para el país. La pesca es determinante, en uno de esos puertos pesqueros saboreamos deliciosos pescados. Además de las exportaciones de piedra caliza y arcilla, los puertos son centros de transbordo de mercaderías de grandes buques. Los servicios de la banca y las finanzas internacionales aportan a la economía del país, así como las transacciones inmobiliarias y la industria del cine, ya que se filmaron varias películas de época en los escenarios de las fortalezas.

Llegamos a Qrendi donde se encuentran los dos grandes templos: Hagar Qim y Mnajdra, que están sobre una colina. Es un sitio prehistórico ubicado en un punto estratégico, se divisa el mar y parte del valle. El panorama es majestuoso.

La entrada a Hagar Qim bajo el gran dolmen nos retrotrae al tiempo del hombre neolítico, cruzar la puerta es cruzar 5000 años de historia. En el interior, una de las cámaras marca expresamente el solisticio de verano. En 1949, se descubrieron en el lugar un grupo de figuras talladas que se encuentran en el Museo Nacional Arqueológico.

El sol resplandece y bajando apenas por la colina nos espera Mnajdra, una estructura en tres bloques: Templo del Sur, Templo Central y uno menor. El primero está concebido según las reglas astrológicas de los equinocios de otoño y primavera. El templo Central termina en un especie de altar.

El guardia de seguridad nos avisa el cierre de las ruinas, y nos confiesa la admiración que siente por este extraño sitio donde vivió la experiencia de la llegada del sol entre estas piedras. “Es un lugar mágico y está en Malta”.

Tal vez, el secreto mejor guardado de los malteses sea considerarse guardianes de la historia de Occidente, sus tesoros culturales son el testimonio de esa historia. Por eso, Malta es una país-isla, con un destino muy especial y único.