El Festival Internacional de cine de Mar del Plata, único categoría A de Latinoamérica, ha reunido 450 películas de todo el mundo en una semana de intensas proyecciones fílmicas. Se suman los eventos especiales, clases magistrales, presentaciones de libros, seminarios, conferencias, foros de producción para nuevas películas y los convenios con el Festival de Cine de Málaga- España y con Italia para exhibición e intercambio de filmes.
Fue una experiencia muy interesante, ya que fui invitada por el Presidente del festival, el director José Martínez Suárez, con quien platiqué de la difusión del cine argentino a través de mis ciclos en Miami, New York, y Suiza. Hablamos de los nuevos directores y las nuevas producciones y del éxito obtenido en este festival, donde además se contó con la presencia de importantes figuras del cine mundial y de conferencias de especial interés.
Una de las clases magistrales más esperada fue la de Vittorio Storaro, el gran fotógrafo italiano, miembro de la Academia de Cinematográfica de América y de Italia, ganador de tres premios Oscar, fotógrafo de directores como Carlos Saura, Francis F. Coppola, Bernardo Bertolucci o Woody Allen.
Nos habló de su relación con los grandes directores de Hollywood, de cómo interpreta la fotografía del cine en cada película, la relevancia de una formación humanística y cultural, la evolución que vive el cine en su pasaje de analógico a digital, la relación entre técnica e industria, y la importancia de la imagen. Destacó la educación artística para abordar un film, la importancia del concepto estético-pictórico y como el fotógrafo debe crear un estilo a partir de su preparación artística y técnica, porque se entra en el campo de la creatividad, que es decir, en el ámbito de la libertad. Advirtió sobre los abusos de la luz ambiente, que no siempre es buena para un film y como el fotógrafo necesita volcar su creatividad, considerando la composición, el color, el sentido de la escena. El cine es expresión de la imagen y hay que envolverse en ese concepto y no dejar todo a la postproducción. Alertó sobre el nuevo tiempo digital y la preservación del material fílmico, la absoluta necesidad de conservar el mismo en un master para su mantenimiento. Recordó a los fotógrafos que la luz es el eje principal de la fotografía y que para él, el fotógrafo de cine es un creador.
Igualmente de interés ha sido la conversación con el director, guionista, crítico de Cahiers du cinema y cineasta Olivier Assayas, realizador de Irma Vep ( 1996), Demonlover (2002), Clean (2004), vínculo entre la modernidad y la Nouvelle Vague francesa, y heredero directo de ese gran movimiento cinematográfico europeo. Subrayó el gran legado de la Nouvelle Vague y como, de alguna manera, somos herederos de ese movimiento que liberó al cine, buscando nuevas perspectivas y dando una independencia creativa a las ideas fílmicas. Recordó, asimismo, sus vínculos con Argentina ya que su padre vivió y le transmitió el amor al país del Sur.
Jonathan Rosenbaum, considerado uno de los mejores críticos de cine a nivel mundial, durante veinte años crítico de cine de Chicago Reader y actualmente profesor de Bela Tarr Film Factory de Sarajevo, ofreció una conferencia sobre la crítica donde manifestó que la crítica esta corrupta si el crítico de cine no reconoce la subjetividad. Indico la diferencia entre pasado y presente del cine y que la forma de abordarlo también debe ser diferente. Señaló que Hollywood y los medios norteamericanos limitan el acceso de películas extranjeras según les convenga o deje de convenirles, afectando a la cultura en general. También señaló el cambio fundamental que se ha operado en la manera del ver el cine.
Entre los numerosos eventos se destacó la exposición “Vestuarios del Cine Argentino: Colección Horace Lannes”, reconocido diseñador de las estrellas que comenzó su carrera en la década de los 50, llegando a realizar vestuario para 106 films, cosechando numerosos premios. Vistiendo a actrices y actores famosos como Libertad Lamarque, Norma Aleandro y Ricardo Darin, cubriendo la época de oro del cine argentino. Los vestidos y diseños fueron expuestos en el salón de Paseo Aldrey, antigua estación de buses recuperada por el empresario español Aldrey Iglesias.
Las presentaciones de libros cubrieron un importante espacio, anunciado por el director artístico del Festival, Fernando Peña, quien se refirió a las publicaciones que el INCAA, lleva a cabo sobre análisis y rescate del patrimonio fílmico histórico, ejemplo son los libros “Homenaje a personalidades del cine argentino” que evocan a actores y directores de la historia cinematográfica argentina.
En ese marco destacamos el libro “Imagen ausente. El cine mudo argentino en publicaciones gráficas». Catálogo (1914-1923) de Lucio Mafud y Adrian Muoyo. De igual interés es el libro “La integración cinematográfica entre los países del Mercosur” de Pablo Piedras, Eva Piwowarski y Marina Moguillansky. Marina me comentó, en conversación informal, como desde un enfoque sociológico, de trabajo investigativo, analizando el campo del Mercosur, se construye una identidad regional y como se combina lo teórico cultural con lo estético, el análisis de imágenes y las concepciones políticas que determinan la industria. El libro articula los diferentes ensayos escritos por estudiosos del tema de la cartografía regional, la triangulación USA, Latinoamérica, Europa, la penetración en mercados, las estrategia de coproducciones y las políticas públicas.
Otro libro relevante es “Las rupturas del 68 en el cine de América Latina”, un compendio de especialistas que analizan las rupturas que generaron el cine del 68, a través de películas, festivales y gestiones culturales. A partir del mayo del 68 francés, estallan movimiento en Latinoamérica, Tlatelolco en México, el Cordobazo en Argentina, el nuevo cine de Cuba, siendo un momento de confluencia de diversos aspectos de ruptura y de vanguardias culturales.
La memoria histórica y la recuperación del pasado cobra un significativo lugar, recalca Fernando Peña, y la importancia de volver a la magia del cine viéndolo en las salas con grandes pantallas. De allí que existan exhibiciones gratuitas de cine clásico en el Museo de Arte –MAR, donde se pueden ver films de colección.
Dentro de este concepto historicista asistimos a la presentación del libro “Los caminos de Alfredo Alcón”, actor que cubrió una importante trayectoria en Argentina y España. El autor del libro, Mario Gallina, hizo una rigurosa investigación marcando la presencia de Alcón en el firmamento hispanohablante, mostrándolo como un referente actoral de ética y profesionalismo.
Gallina me comentaba la labor realizada en el teatro español por Alcón, sus actuaciones junto a grandes figuras de la escena española y el reconocimiento que tuvo en dicho país. A su vez, Guillermo Alamo, crítico de cine y gran conocedor del pasado fílmico argentino recalcaba la importancia de Alcón, en el ámbito cultural nacional, a estos recuerdos se unieron los míos rememorando su amabilidad y encuentros teatrales.
Entre los foros y talleres destacados encontramos: “El cortometraje como herramienta de inclusión social”. “El Programa país” que alienta el interés por el cine a jóvenes, donde 600 estudiantes de toda la nación pueden asistir a través de becas y acreditaciones a capacitaciones de su interés. Foros técnicos como: “Cine y Realidad Virtual”. “Workshop: narrativa inmersa e interactiva y cinemateca VR” que estimula los proyectos VR. “Producción de animación y nuevas tecnologías” para producir en distintas plataformas. “Presentación de ASA”, Asociación Argentina de Sonidistas Audiovisuales. “Las escuelas van al cine” para que los jóvenes descubran y gusten del cine nacional. “El pasado, presente y futuro de la mujer en el cine”, entre los numerosos seminarios que se desarrollaron en relación a la industria fílmica. Cabe destacar el “Foro Audiovisual Internacional” donde proyectos de documentales ganadores del INCAA tiene ocasión de encontrarse con productoras e instituciones para la financiación y asesoramiento de proyectos. En estas intensas jornadas, los directores latinoamericanos se reúnen con productores argentinos y europeos para concretar las cooperaciones. Estimulando la industria cinematográfica.
Palmarés
Con autoridades nacionales y regionales y un público expectante, llegamos a la ceremonia de entrega de premios.
Los ganadores del festival fueron:
Competencia internacional
- ASTOR de oro a la mejor película: “People that are not me”. De la israelita Hadas Ben Aroya.
- ASTOR de plata al mejor director Radu Jude por el film rumano “Scared Hearts”.
- Premio ALFREDO ALCÓN al actor Mahershala Ali, por su actuación en la producción americana Moonligth.
- ASTOR DE PLATA a la mejor actriz Sonia Braga por su actuación en el film brasilero Aquarius (Fue un momento muy emocionante oir su saludo por el teléfono celular).
Competencia latinoamericana
- Premio especial del Jurado al film: “El auge de lo humano”
- Mejor Largometraje: “Martirio” de Vicent Carelli, film sobre las tribus guaraní-kaiowa.
- Mejor cortometraje: “Aire Quemado” de Yamil Quintana
Competencia Argentina
- Mejor Largometraje: “El aprendiz” de Tomás de Leone
- Mejor director: Lukas Valena Rinner por el film “Los decentes”
- Mejor Cortometraje “Murciélagos” de Felipe Ramírez Vílchez
El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata finalizó con una vasta asistencia de público y numerosas actividades, consolidándose como centro promotor del cine latinoamericano. El director del festival, José Martínez Suarez lo indico muy bien al decir: “Nosotros elegimos las películas no por su nacionalidades sino por su cualidades. Como ven: el cine latinoamericano está muy bien considerado en el mundo.”
Celebramos este evento que tiene imagen, música y sabor latinoamericano y que une el cine del pasado, con sus revisiones históricas y las nuevas tendencias, con la producción actual. Hasta la próxima edición Festival Internacional de cine de Mar del Plata!
Pasión por el cine!
