El cierre de las mezquitas en Marruecos para evitar la propagación del coronavirus ha generado un debate con los sectores más radicales salafistas, que ha terminado con la detención, por parte de la policía judicial, este 17 de marzo de 2020 del llamado sheik (jeque) Abu Naim.
Este había condenado en un video la fetua (pronunciamiento legal en el Islam) emitida por el Consejo Superior de Ulemas marroquí, con el visto bueno de rey Mohamed VI, en su función religiosa de Comendador de los creyentes, que pedía el cierre de las mezquitas hasta nuevo aviso como medida preventiva contra la propagación del coronavirus.
Los salafistas habían incitado a la rebelión contra esta decisión. Abu Naim había considerado que la medida era «contraria e ilegal» desde el punto de vista de la sharía (cuerpo del Derecho Islámico) sosteniendo que no se cumplían las condiciones necesarias para este cierre. Luego describió a Marruecos como un país «apóstata» en el mismo discurso, hablando de un «estado de guerra».
Los cargos de que se le acusan tras su detención son: incitación al odio y amenazas a los ciudadanos a través de la comisión de actos que ponen en grave peligro la seguridad del Estado.
Pero en sus críticas no estaba solo, los también salafistas Hassan El Kettani y Omar Haddouchi se opusieron al cierre de las mezquitas marroquíes, como emitió de forma favorable el Consejo Superior de Ulemas en Marruecos.
El jeque salafista Abu Naim invitó al Consejo Superior de los Ulemas para que «evocaran los lugares de juegos de azar, ventas de alcohol y libertinaje (…) donde se propagan enfermedades mortales, en lugar de hablar de mezquitas».
«¡Es un escándalo!», sostuvo, considerando que «la epidemia no ha alcanzado un nivel peligroso que requiera el cierre de las mezquitas». «No es necesario cerrar las mezquitas y advierto al ministerio y a las instituciones contra esta medida».
«El país que cierra sus mezquitas renuncia a su religión (…) No desprecies a la mezquita, de lo contrario, Dios te castigará» llegó a amenazar.
El sheik Abu Naim es conocido por sus declaraciones extremas. Por ejemplo, hace unos años criticó a medios de comunicación como el canal de televisión 2M, llamó «apóstata» al secretario de la USFP (Unión Socialista de Fuerzas Populares, socialista), Driss Lachgar e incluso atacó a los ya fallecidos, el pensador Mohamed El Abed Jabri (1935-2010) o el histórico dirigente socialista marroquí Mehdi Ben Barka (1920-1965), secuestrado en París y asesinado en la etapa del rey Hassan II.
Más críticas
También el salafista Hassan El Kettani desafió las llamadas a cerrar mezquitas en Marruecos como medida preventiva. En su página de una red social repitió una fetua, del jeque kuwaití Hakem al-Mutairi, criticando las otras opiniones de los ulemas sobre el cierre de mezquitas y la suspensión de oraciones grupales por miedo a la propagación del virus.
La fetua en cuestión considera estas llamadas como «el efecto de la cultura occidental secular y materialista que ha hecho del hombre una mercancía que tememos dañar».
«La presencia de la epidemia no requiere diligencia o una nueva fetua», agregó Hakem al-Mutairi. Además, recordó que «la epidemia y la peste eran comunes durante el tiempo del profeta Mahoma, pero nunca autorizó el cierre de mezquitas o la suspensión de la oración grupal. El Profeta desaconsejó ir o salir de países afectados por la peste y desaconsejó el contacto con los afectados».
Para respaldar su posición, Hassan El Kettani también repitió una fetua del mauritano Mohamed Hassan Al Dadew, quien dijo el domingo 15 de marzo de 2020 que las mezquitas no deberían cerrarse, citando un hadice del Profeta autorizando la oración grupal, incluso con solo tres personas presentes.
Por su parte, el salafista marroquí Omar Haddouchi también abordó este tema, coincidiendo con la opinión de su «hermano»: «En el momento de la plaga, nuestros antepasados no cerraron mezquitas», escribió en su página de una red social. Agregó que «hombres, mujeres y niños se refugiaron en mezquitas y no al revés».
Estos dos salafistas fueron condenados por sus conexiones con los atentados de Casablanca de 2003 y ambos salieron gracias a indultos del rey Mohamed VI. El líder del grupo radical Ansar al Sharia en Marruecos, Hassan Younsi, fue arrestado en la casa de Haddouchi en 2012.
Las opiniones de los salafistas surgen cuando el Consejo Superior de los Ulemas de Marruecos emitió su opinión sobre el tema, aconsejando «cerrar las mezquitas, ya sea con respecto a las cinco oraciones diarias o las oraciones de los viernes, desde el lunes 16 de marzo de 2020», indicó en un comunicado de prensa.
Esta medida en Marruecos sigue la fetua emitida por la Unión Internacional de Ulemas Musulmanes (UIOM). El sábado 14 de marzo de 2020, el Consejo de Ulemas marroquí encabezado por Ahmed Raissouni pidió la suspensión de las oraciones de los viernes y las comunes en las mezquitas en todos los países donde la epidemia se ha extendido.
«Esta suspensión continuará hasta que la epidemia esté bajo control y se haya contenido la etapa de propagación y peligro, según las estimaciones de las autoridades competentes», añaden.
También la Universidad Al Azhar en Egipto emitió una opinión favorable sobre el cierre de las mezquitas, sugiriendo que el imán que llama a orar cinco veces al día invite a los fieles a «orar en casa».