«Martingala». Dulces pájaros de juventud

Luis de Luis Otero [1]

Entran y salen, se cuentan sus naufragios y sus enmascaramientos; sus, en definitiva, argucias para sobrevivir. Todos están, aunque no lo crean, cuajados de inocencia. Son un cuarteto de, en el mejor sentido de la expresión, ilusos.

29513239_933920023429591_8833191893148893184_n-600x850 "Martingala". Dulces pájaros de juventudJoan Yago habla en Martingala sobre ese difícil ( y necesario) arte de engañarse, de engañarnos a nosotros mismos. Ese arte tan imprescindible y tan clandestino (nadie lo admite), tan útil, tan importante y tan difícil de poner en palabras. Yago lo hace mediante la equilibrada narración de cuatro personajes que coinciden en un piso de Malasaña.

Desde el digno Quim protegiendo sus quimeras (espléndidamente vertido en toda su ingenuidad Ferrán Vilajosana) al pícaro Jonás encarnado en todo su desconcierto y voluntariedad por Fernando Tielve por Julia, a la que Ángela Cervantes dota de lúcida y enrabietada serenidad. Les planta cara Aurora, una contenida y expresiva Elisa Matilla, la viva estampa de la desolación en busca de amparo.

Gerard Iravedra sabe que la obra necesita aire; espacio para que los personajes se desarrollen a través de sus dimes y diretes, de sus contradicciones, de su voluntad de alegría. Y se lo da, con mano maestra, sin dejar que la cadencia baje, ni que el ritmo decaiga, permite que se vierta sobre el escenario toda la sinceridad de la impostura necesaria para el buen vivir que de eso, y no de otra cosa, trata esta magnífica y emotiva función.

Ficha Técnica

  • Reparto
    Elisa Matilla
    Ferrán Vilajosana
    Fernando Tielve
    Ángela Cervantes
  • Autor
    Joan Yago
  • Dirección
    Gerard Iravedra
  • Producción
    Gorka Lasaosa
  • Comunicación
    Silvia Espallargas
  • Diseño Gráfico
    Dani Rabaza – Münster Studio
  1. Luis de Luis Otero es crítico teatral.

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