El acuerdo entre la Unión Europea y el gobierno islamoconservador de Turquía que ha entrado en vigor a medianoche del 3 de abril de 2016, y se ha materializado en la “deportación” de los primeros centenares de migrantes de Grecia a Turquía, “no es en absoluto una solución a la crisis europea de los refugiados”, señala Médicos sin Fronteras (MSF), que ha decidido suspender sus actividades en el “hotspot” (punto de acceso) de Moria, en la isla de Lesbos, así como en lo relativo al transporte de refugiados hacia el “hotspot” de la isla de Samos.
Sitio «Voices From The Road» de MSF end FacebookPara Aurélie Ponthieu, consejera en asuntos humanitarios de MSF, “el acuerdo con Turquía demuestra hasta qué punto los jefes de gobierno europeos han perdido cualquier sentido de la realidad. El cálculo grosero que lleva a que cualquier sirio que haya arriesgado su vida en el mar pueda ser reemplazado por otro llegado directamente desde Turquía reduce a las personas a simples cifras y les retira el trato humanitario que merecen, así como el derecho de asilo. Pero esas personas no son cifras, son mujeres, niños, familias… Alrededor del 88 % de la gente que emprende ese camino lo hace buscando seguridad en Europa, y más de la mitad son mujeres y niños a los que habría que tratar humana y dignamente”.
Con respecto a las consecuencias humanitarias que MSF espera de la aplicación del tratado, la consejera de la organización afirma: “Diariamente estamos asistiendo ya a violaciones de la dignidad de esas poblaciones en Grecia y en los Balkanes, rechazos arbitrarios, actuaciones violentas en las fronteras y condiciones de acogida. Diga lo que diga el Consejo europeo, un plan destinado a impedir que puedan pedir asilo en Europa y devolverlos en masa a Turquía, un país que ya tiene tres millones de refugiados registrados, solo puede generar más sufrimiento. No podemos dar la espalda a los miles de personas que huyen de guerras y persecuciones, provocar una crisis humanitaria en Grecia y esperar solucionar el problema enviando dinero”.
La consejera de MSF no es la única voz crítica que se alza denunciando que lo que pretende Europa, creando una nueva crisis humanitaria en Grecia, es desanimar a otras personas que se han planteado emigrar, «lo que es una forma de proceder irreflexiva y muy cruel. Las infraestructuras en Grecia están desbordadas. En este moento hay más de 40.000 hombres, mujeres y niños, bloqueados en el país. Al menos 12.000 de ellos se encuentran amontonados en Idomeni, en la frontera con Macedonia, donde hemos visto cosas tan terribles como que niños nacidos en suelo europeo están obligados a dormir en tiendas pasando frío”.
Para esta responsable de MSF «el acuerdo UE Turquía, que se presenta como solución a la crisis actual, no se basa en las necesidades de protección y asistencia de los refugiados, sino en la capacidad de Turquía para frenar las migraciones hacia Europa”, y los dirigentes europeos están exacerbando las causas de la “crisis migratoria” al centrarse en estrategias inadecuadas como el programa de relocalización, que “no ha funcionado: hasta la fecha solo se han relocalizado en países europeos 937 solicitantes de asilos, cuando la promesa era de 160.000”.
Médicos sin Fronteras ha creado en Facebook la página “Voices from the road” (Voces desde el camino), destinada a recoger testimonios de refugiados.