Oda a mi padre

De la guerra de Corea a la de Vietnam, pasando por la explotación minera en Alemania, Oda a mi padre es una película surcoreana tipo odisea patriótica, una historia dramática realizada por Yoon Je-Kyoon, que recorre la historia moderna del país, desde 1950 hasta nuestros días, a través de la vida de un hombre ordinario y su familia.

image1-e1443450767102 Oda a mi padreOda a mi padre es un homenaje del realizado a la fortísima voluntad de supervivencia demostrada por la generación de sus padres y, sobre todo, la evocación de un pasado en el que algunos valores fundamentales primaban por encima de todo.

En una entrevista con la publicación Corea en Tiempo Real, el director Yoon Je-Kyoon declaró que su padre falleció cuando él estudiaba en la universidad y que la idea de la película le llegó de repente, en 2004, cuando nació su primer hijo.

En un frío día del invierno de 1950, durante la evacuación de una ciudad portuaria de Corea del Norte, un niño pasa a convertirse en el responsable de su madre y hermanos, tras la desaparición del padre que no sube al barco porque está buscando a una de sus hijas, perdida entre la multitud que se agolpa en el muelle. Antes de separarse, el padre hace al niño responsable, a partir de entonces, de la seguridad de la familia.

La vida del protagonista, como el camino recorrido por Corea del Sur desde la pobreza más mísera a la actual riqueza tecnológica, engloba varios importantes acontecimientos: la evacuación, en plena Guerra de Corea, de 14.000 refugiados de la ciudad de Hungnam en el carguero estadounidense SS Meredith Victoire, la masiva emigración a Alemania de mineros del carbón y enfermeras, y la participación del ejército del país en la Guerra de Vietnam.

En la Guerra de Corea, contienda civil entre 1950 y 1953, murieron un millón de personas, diezmando la población del país. En las siguientes décadas, los surcoreanos fueron construyendo lo que hoy es una de las 15 primeras economías del planeta, haciendo que el país pasara de receptor de ayuda extranjera a donante en los últimos conflictos.

Toda esa historia es la que actúa como telón de fondo en Oda a mi padre, drama histórico y personal que comienza en la actual ciudad de Busan, segunda urbe del país, donde el protagonista, Duk-soo es un anciano enfermo. Un salto atrás en el tiempo para llevarnos a la infancia del personaje, y el día en que, al comienzo de la guerra, perdió a su hermana menor en la carrera por el puerto para subir al barco que les llevaría al Sur. En ausencia del padre, Duk-soo se convierte de facto en el jefe de la familia y toda su vida estará marcada por la responsabilidad de tener que subvenir a las necesidades de su madre y hermanos.

“Apoyándose fuertemente en la familiaridad de los espectadores nacionales con el simplista y mítico relato histórico del paso de Corea del Sur a la prosperidad en la posguerra, la película ha fascinado a diez millones de coreanos que perdonan defectos tales como la manipulación de algunos detalles (como el que aparezcan signos checos en una escena de calle que supuestamente sucede en Alemania)” (de la reseña en una revista digital coreana).

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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