Naciones Unidas ha denunciado hoy al gobierno de Israel por continuar su política discriminatoria de desplazamiento forzado contra sus propios ciudadanos, en particular los árabes beduinos radicados en el desierto de Negev, informa Andes/PL.
Beduinos en la orilla del JordánLa alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, llamó a frenar un proyecto de ley que causará la demolición de 35 villas beduinas en esa región del país y el desalojo y traslado de entre 30 mil y 40 mil personas de sus tierras ancestrales.
Como ciudadanos de Israel, los árabes beduinos tienen los mismos derechos a la propiedad, la vivienda y los servicios públicos que cualquier grupo poblacional, dijo la funcionaria en una declaración difundida en Ginebra y la sede de la ONU en Nueva York.
Agregó que la legislación propuesta busca legitimar el desplazamiento forzado y el desahucio de los beduinos en el Negev al desconocer los títulos de propiedad de la tierra en esa región.
Si ese proyecto se convierte en ley, se acelerará la demolición de comunidades enteras, sus habitantes serán forzados a abandonar sus hogares y sus tradiciones culturales y vida social quedarán diezmadas, advirtió Pillay.
Asimismo, reclamó la participación de representantes de esas poblaciones en las discusiones para reconsiderar el proyecto y recordó que «el respeto de los legítimos derechos de las minorías es un principio fundamental de la democracia».
