Este martes 15 de mayo de 2018 volvía a darnos una bofetada la mañana: otro periodista, Juan Carlos Huerta, ha sido asesinado. Ya van cuatro y un desaparecido, y estamos a mediados de año.
Juan Carlos Huerta, director del programa de radio Panorama Sin Reservas, vivía en Villahermosa, capital del Estado de Tabasco, situado al sureste del país y próximo a Guatemala. También conducía un informativo en el canal de televisión Notinueve.
De acuerdo con la información facilitada por la Fiscalía del Gobierno de Tabasco, Juan Carlos fue tiroteado junto a su casa, dentro de su propio vehículo. Según testigos, sus asesinos viajaban en un vehículo gris que se colocó a su altura. Uno de ellos bajó y abrió fuego sin mediar palabra alguna. Fue ejecutado en segundos.
El secretario de Seguridad Pública, Jorge Alberto Aguirre Carbajal, lamentó a nombre del Gobierno del Estado el homicidio, el cual, dijo “enluta no solo a la comunidad periodista, a sus radioescuchas y sus televidentes, sino a la sociedad en general”. Informó de que, como parte del protocolo de protección, han acordó medidas provisionales que garanticen la integridad física de los familiares y demás vínculos afectivos cercanos de Huerta.
Se da la circunstancia de que el mismo día se cumplía un año del asesinato de Javier Valdez en Sinaloa. Este periodista estaba especializado en denunciar a los grupos criminales, y ellos acabaron con su vida. Recientemente, el comisionado nacional de Seguridad aseguraba que habían detenido a su asesino en Tijuana, Baja California, situado junto a la frontera con EE.UU.
Precisamente en esa localidad, y de acuerdo con el periódico Frontera, un grupo de periodistas mexicanos han pintado un letrero de casi veinte metros de largo y dos de alto en el propio muro fronterizo este fin de semana. En él se lee: “140 periodistas asesinados”. Es la cifra que se contabiliza desde 1999. Hoy ya son 141.