El periodista sueco Rasmus Canbäck es víctima de una campaña de difamación por parte del régimen de Azerbaiyán que preside Ilham Aliyev, según una denuncia de Reporteros sin Fronteras (RSF).
La ONG en defensa de la libertad de información ha exigido el fin de este acoso y pide a la ministra sueca de Asuntos Exteriores, Ann Linde, que le recuerde al embajador azerí, Zaur Ahmadov, que debe respetar la libertad de prensa y la independencia periodística.
»El caso de Rasmus Canbäck es emblemático de la injerencia del régimen de Ilham Aliyev para intimidar a los periodistas y debilitar la libertad de prensa en países europeos, incluida Suecia, que es ejemplar en este ámbito», señaló el jefe de la oficina de Europa de Asia Oriental y Central. de RSF, Jeanne Cavelier.
No contentos con aniquilar cualquier forma de pluralismo en Azerbaiyán, las autoridades no dudan en hostigar cualquier voz crítica fuera de sus fronteras. RSF exige el fin de este acoso.
Canbäck ha escrito sobre Nagorno-Karabaj, la región en disputa con una población mayoritariamente armenia, y artículos sobre la conocida como diplomacia del caviar, compra de lealtades utilizada por las autoridades azeríes de forma corrupta, como se ha demostrado en Italia y que también alcanzó a España. Actualmente está trabajando en un libro sobre el conflicto.
Según un análisis de RSF, Canbäck ha sido mencionado en casi novecientos tuits solo en las tres primeras semanas de septiembre con insultantes términos hacia su persona, como «islamofóbico, terrorista, espía, financiado por el lobby armenio».
Canbäck está en la lista negra de Azerbaiyán compuesta de, al menos, 130 periodistas, que no son bienvenidos y tienen prohibido entrar en territorio azerí, por haber ingresado en Nagorno-Karabaj a través de Armenia.
El embajador azerí en Estocolmo, además, se puso en contacto con diarios como Göteborgs-Posten, los periódicos Dagen y Journalisten y también P1 Medierna, para cuestionar y criticar al periodista sueco, quien colabora con la productora multiplataforma BlankSpot. No obstante, no ha presentado una sola denuncia contra el informador ni contra su medio.
Esta acción ha sido definida por el presidente de RSF Suecia, Erik Halkjaer, como una «vergüenza para la diplomacia internacional». Por esta afirmación fue atacado por cuentas troll anónimas que cuestionaban la defensa de RSF de la libertad de prensa y el periodismo independiente.
El régimen de Azerbaiyán utiliza los medios progubernamentales y el hostigamiento legal o ilegal en países democráticos para difamar y ennegrecer las voces críticas. A veces incluso recurren a otros métodos como sucedió en Francia con el bloguero azerbaiyano exiliado, Mahammad Mirzali.
Otro caso es el del periodista azerbaiyano Sevinj Osmanqizi, quien vive exiliado en Estados Unidos desde 2012 y sigue recibiendo amenazas de muerte que se han intensificado últimamente.