Los juicios de los periodistas marroquíes, presos en la cárcel de Casablanca desde hace un año, Omar Radi y Souleiman Raissouni, se han vuelto a aplazar para la próxima semana. No es el primer aplazamiento, ya van cinco veces que se ha pospuesto para Raissouni y tres para Radi.
Reporteros sin Fronteras (RSF) sostiene, a través de su secretario general, Christophe Deloire, que «la negación de los derechos fundamentales, los múltiples aplazamientos de los juicios y el rechazo de las solicitudes de libertad provisional son la prueba de un ensañamiento político y judicial particularmente escandaloso».
Del mismo modo denuncia «la evidente instrumentalización de una justicia que acosa a periodistas conocidos por su independencia e integridad».
En este sentido, RSF pide al rey de Marruecos, Mohamed VI, «que obtenga su liberación lo antes posible y que les garantice un juicio justo. Actuar es aún más urgente cuando su salud está en peligro».
Ambos han sido reconocidos recientemente en Túnez con el premio Nejiba Hamrouni de Ética Periodística.
El periodista de investigación y activista de derechos humanos Omar Radi está acusado de «atentado contra la seguridad interna del Estado» con «financiación del exterior», a raíz de un informe de Amnistía Internacional en el que se denunciaba que su teléfono estaba siendo espiado por las autoridades marroquíes.
También está siendo procesado por presunta «violación» tras la denuncia presentada en julio de 2020 por una compañera. El también periodista Imad Stitou fue citado como testigo de la defensa y luego coacusado en el caso, por «participación en la violación» y se encuentra a la espera de juicio.
En cuanto a Souleiman Raissouni, conocido principalmente por sus informaciones sobre la corrupción en el país, está siendo procesado por «atentado al pudor con violencia y secuestro». Un testimonio de un joven activista LGBTQ publicado en las redes sociales le llevó a la cárcel aunque no ha sido confirmado ante los jueces.
A pesar de la falta de pruebas concluyentes, han sido rechazadas todas las solicitudes de libertad provisional interpuestas por los periodistas; en total, cuatro por Omar Radi y nueve por Suleiman Raissouni.
Los derechos de ambos han sido vulnerados desde su entrada en prisión, Raissouni permanece en total aislamiento desde su arresto el 22 de mayo de 2020 y no pudo comunicarse libremente con su defensa durante las dos semanas siguientes a su detención.
Radi, por su parte, no tuvo acceso a su expediente para preparar su defensa durante los diez primeros meses de encarcelamiento.
Los dos periodistas iniciaron una huelga de hambre para protestar por su situación.
Tras veintiún días de huelga de hambre, Omar Radi, quien padece la enfermedad de Crohn, se vio obligado a ponerle fin. Suleiman Raissouni lleva 53 días en huelga de hambre. Sufre de hipertensión crónica, no puede caminar ni hablar y no pudo defenderse en su juicio del 18 de mayo, que se inició brevemente antes de ser aplazado.