No deja de ser significativo que esta noticia nos llegue el mismo día en que se conocen los nombres de los ministros del gobierno socialdemócrata (ojalá) de Pedro Sánchez. Son de recordar las presiones que el grupo Prisa ejerció contra el secretario general del PSOE y le costaron su dimisión tras mantener su negativa a la investidura como presidente de M. Rajoy.
Para mí que Prisa ha querido hacer coincidir el nombramiento del nuevo gobierno, con lo que puede comportar de propósito regenerador y progresista en la gobernación del Estado, con el casi seguro nombramiento de Sol Gallego-Díaz como directora del diario ‘El País’, a fin de recuperar para una cabecera otrora respetable el periodismo digno y avanzado que un día hizo diferente a ese rotativo de los que se editaban y editan en papel en la capital del reino.
Yo no sé si llegará tarde para esa enmienda deseable el nombramiento de esa respetada y reputada profesional, un nombramiento que ya se le había ofrecido y desechó, pero creo que de entre todos los periodistas que formaron parte de la redacción de ‘El País’ desde sus inicios en 1976 nadie posiblemente como Soledad Gallego-Díaz para intentar reconducir una nave que en los últimos años no ha dejado de perder prestigio y audiencia.
Mucho antes debería haber podido esta excelente colega llegar a la dirección de ese periódico, cuya actual cabeza empresarial pretende reimpulsarlo, pues esa decadencia también se ha dejado notar, y mucho, en el número de ejemplares vendidos, consecuencia en buena medida de la pérdida de firmas destacadas entre sus colaboradores, el despido de decenas de profesionales y, sobre todo, el mantenimiento de una línea editorial apegada a sectores conservadores, con una dependencia muy estrecha de los acreedores de la empresa editora.
Ha sido demasiado el tiempo transcurrido desde que El País extravió su derrotero inicial y la identidad que le dio carisma para que el nombramiento de una excelente profesional pueda recuperar buena parte al menos de los valores perdidos, porque además los lectores progresistas que un día lo siguieron han encontrado en otros medios digitales el modo de aliviar en lo posible un largo tiempo de orfandad.
De todos modos, por la estima personal en que la tengo y haber conocido de muy joven a quien puede llegar a la dirección del diario de Prisa, estoy convencido de que Sol Gallego lo va a intentar porque, de lo contrario, no hubiera aceptado ese nombramiento después de tantos años de lúcido ejercicio profesional. Solo cabe esperar y desear que lo culmine para bien del oficio y el respeto que debe merecer y recuperar en este país.
- PS. Escrito el anterior artículo, me llega la noticia del fallecimiento de José Cavero, periodista leonés con el que también compartí mis inicios en la profesión. Su corazón le ha vuelto a fallar, esta vez con carácter final, luego de haberlo entregado al oficio con una múltiple y constante actividad desde los años setenta. Mis condolencias para su familia y mi abrazo a su recuerdo.