Una exposición en Madrid permite contemplar por primera vez en España la obra de la «reina del Art Déco»
Tamara de Lempicka es la personificación del Art Déco, la expresión y la representación visual de los «locos años 20», del lujo y de los excesos de las noches del París de entre guerras.
La aristrocracia y la alta burguesía se vieron fascinados, tanto por su arte como por su arrebatadora personalidad. La de esta mujer nacida en Polonia en los últimos años del siglo XIX, fue una biografía compleja, agitada y cosmopolita, que dejó su rastro en Suiza, Italia, Rusia, Francia, Estados Unidos y México, donde murió en 1980, en la emblemática ciudad de Cuernavaca.
Un estilo inconfundible
Los dibujos y los lienzos de Tamara de Lempicka tienen un estilo inconfundible. «Entre cientos de pinturas reconocerías las mias», acostumbraba a decir orgullosa.
Su afán durante los primeros años de actividad artística era no copiar y desarrollar un estilo propio y novedoso, basado en colores brillantes y saturados, retratando modelos elegantes y sofisticados sobre unas estructuras de formas geométricas y voluminosas. Un estilo que fue perfilando gracias a las enseñanzas de su profesor en París, André Lhote.
Sin embargo, la pintora de moda, la celebrity, la amante del glamour, del hedonismo, la estética y las tendencias, ha sido sistemáticamente ignorada por la crítica y los estudiosos más académicos del arte moderno y contemporáneo, arrinconándola habitualmente al apartado de arte decorativo y comercial… a lo que se etiquetó como Art Déco, y a su lugar apropiado, los museos de Artes Aplicadas y Decorativas.
Esta marginación histórica del Art Déco de las páginas de la Historia del Arte, donde brillan escuelas y movimientos de la misma época, las llamadas «vanguardias», como los futuristas, los constructivistas o los dadaistas, por considerarse comercial, dirigido al gran público y «producto de consumo». Aunque fue precisamente esta etiqueta la que dio origen al Arte Pop, varias décadas después, tal y como lo definió Richard Hamilton, uno de sus principales promotores.
Éxito del Art Déco
El Art Déco vivió sus años de mayor esplendor -como los de Tamara de Lempicka- entre 1925 y 1935, y debe su nombre a la Exposition Internationale des Arts Decoratifs et Industriels Modernes, celebrada en París en 1925. Era un estilo que había surgido como reacción estética al Art Nouveau y sus excesos ornamentales.
Fue en el diseño, la arquitectura, la publicidad gráfica, el mobiliario o la joyería donde el Art Déco dejó su sello, extendiéndose prácticamente por todo el mundo, desde Europa hasta América, llegando incluso a algunas zonas y ambientes cosmopolitas de Asia.
Tamara de Lempicka fue, en este sentido, la mejor muestra de la esencia del Art Déco, pues comenzó su actividad artística como ilustradora en revistas de moda y vivió vinculada a las tendencias, a la estética y a la imagen… siempre sumergida en un entorno «deco».
Como pintora, Tamara de Lempicka tuvo sus momentos más inspirados en los retratos que realizó en París a finales de los años veinte, como el Autorretrato con Bugatti verde (1925), basado en la figura de Isadora Duncan, La bella Rafaela (1927), Las Confidencias (1928) o Las Jóvenes (1930), obras en las que plasmaba de manera desinhibida el mundo de las «amazonas», como se denominaba en aquel momento a las mujeres homosexuales.
Decadencia y revival Déco
La figura de Tamara de Lempicka, como el propio estilo Art Déco, quedaron eclipsados con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, para, décadas después, ser de nuevo recuperados y valorados por los mercados del Arte.
Tamara y el Barón Kuffner, su nuevo marido, huyeron de Europa a Estados Unidos, fijando su residencia en Beverly Hills en 1939; y en la que fue mansión del director de cine King Vidor, volvieron las fiestas y el valioso reclamo de las celebridades de Hollywood.
Cuando en 1941 intentó su relanzamiento artístico en Estados Unidos, con exposiciones en Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, la crítica consideró entonces el arte de la baronesa Kuffner como desfasado, anacrónico, incluso kitsch.
El Art Deco experimentó su revival a partir de los años 60 y 70 con la llegada de la Postmodernidad… y Tamara de Lempicka también fue «redescubierta» por estrellas del pop, como la cantante Madonna, que se inspiró en su estilo y sus decorados más conocidos, o celebrities de Hollywood, como Jack Nicholson o Barbara Streisand, coleccionistas reconocidos de su obra.
Exposición de Tamara de Lempicka en Madrid
Tamara de Lempicka, reina del Art Déco es el nombre de la exposición que por primera vez en España muestra la obra de esta artista. Comisionada por Gioia Mori y organizada por la empresa italiana Arthemisia, esta muestra lleva recorrido un largo camino hasta su llegada a Madrid, desde Milan, en 2006, hasta Turin y Verona en 2015, pasando por París, en 2013. Además de sus pinturas y dibujos, se pueden ver en la exposición diversos objetos representativos del Art Déco.
