Tras el hashtag migrar y ser joven: #SomosJóvenes

Parece no caber objeciones al tema elegido por Naciones Unidas para conmemorar el Día Internacional de la Juventud 2013: «Jóvenes migrantes, hagamos avanzar el desarrollo».

Aunque sabemos que el ser joven es uno de esos indeterminados donde se dice: «Mayor de y residente en…», donde este «de» depende de las convenciones y arbitrariedades regionales, comunales y/o nacionales y el otro «en» depende de la capacidad que tenga el joven de participar económicamente en nuestra sociedad (le dejen) más allá de las cuestiones otras como vínculo y parentesco familiar.

Sin ser la itinerancia un factor exclusivo de la juventud sí la considero parte del ejercicio/ensayo diario de ésta, por desear encontrar el espacio social que quizá solapadamente encuentra. Los jóvenes y su ethos como nativos digitales habitan esos espacios wifi desde donde deambulan hacia otros rincones donde la perspectiva de serlo, (me refiero a ser joven), localiza en la uniformidad de topologías al otro par singular.

La paridad, debe de ser un tema peliagudo cuando pasa por los censos de edades. Y más si la zozobra adulta homogeniza su singularidad en desarrollo hacia. Parecen caber objeciones sobre los elementos colaterales que surgen del tema propuesto por Naciones Unidas. Homogeneidad y desarrollo.

El siguiente paso a homogenizar es posiblemente, tengamos que segmentar, cuando un segmento deba de ser un sector/porción (posiblemente de una línea) que vehiculice la razón de ser de su proceso. La diacronía nos devuelve a nuestro segundo término, el desarrollo.

Siempre hemos confundido las cosas con nuestra manera peculiar de percibir en nuestra presunción de humanos. Esto ya no nos va a valer en la sociedad de la hibridación. Quizá los segmentos se deban de convertir en módulos anacrónicos en un espacio sincronizable, y donde los elementos computador/máquina nos recuerden que co-habitamos siempre rodeados de más objetos determinantes en estos, nuestros espacios, aparte de los humanos, y que siempre ocurrió en la complejidad topológica.

La palabra adolescente (creo que una de las posibles manifestaciones de ser joven) no significa ‘adolecer’, que en su homofonía resulta esa igualdad de significados… etimológicamente esta palabra de origen latino viene a significar el que no ha crecido, aún. Convertida, así, en etapa de tránsito… y ahora que Ridley Scott quiere hablar del Moisés de su superproducción… ser una manera de huída y de migración por su desierto. Debe de ser lo que nuestra pertinaz cultura desea percibir del ser adolescente. Algo a mitologizar. Algo autodestructivo, que ronda la muerte de Werther, que comienza a saber del tabú de la muerte. Algo que ha pecado por serlo.

Intentando re-comprender la memética (estudio de los memes), he estado intentándome ejercitar en la lectura de “The Selfish Gene”, el libro que escribiera Richard Dawkins. Ciertamente entusiasmado por lo que ha significado el medio digital para revitalizar la teoría del replicante idea/meme. Y que ese replicante tenga esa capacidad reproductiva en su mutación posible en este medio digital que los jóvenes modulan.

Aparte del libro de Dawkins, les recomendaría para este verano: “Virus of the mind: The new science of the meme” de Richard Brodie, “Darwin’s dangerous idea” de Daniel Dennett o “Meme machine” de Susan Blackmore.

Creo que a estas alturas del texto intentaba explicar que la homogeneidad no responde a la realidad del ser joven y que quizá la mutación de los memes no tiene ninguna misión transcendental a desarrollar para ser entendida como tal (la mayor herejía de “El origen de las especies” fue entender que aparte de no existir una misión no existe un constructor, y la mayor herejía de Dawkins fue reconocerse como mero vehículo/humano para los genes)… y creo que a estas alturas comienzo a entender porque soy adolescente.

Kepa Paul Larrañaga
NETólogo, Especializado en Derechos de Infancia. Experto en “Gestión estratégica y liderazgo social”, por el Programa del Departamento de Gestión Pública del IESE. Actualmente (desde enero de 2014 hasta la actualidad en relación a infancia y adolescencia): ➣ Codirector del libro coeditado por UNED, Ministerio de Justicia y Thomson Reuters­Aranzadi "Menores e Internet". ➣ Coordinador del “Diccionario de Política e Intervención Social sobre Infancia y Adolescencia” coeditado por FAPMI (Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil), SENAME (Servicio Nacional de Menores de Chile) y Thomson Reuters­Aranzadi. ➣ Miembro del “Grupo de Trabajo Público­Privado de Menores e Internet” de Red.es para la Agenda Digital española. ➣ Evaluador del II PENIA (Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia). ➣ Vocal Asesor de la Cátedra Santander Derecho y Menores de la Universidad Pontificia Comillas (ICADE) ➣ Miembro de OCTA (Observatorio de Contenidos Televisivos y Audiovisuales)

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