La energía solar concentrada proporciona una electricidad confiable incluso cuando el sol no está brillando
Marruecos está ultimando la primera fase de una de las mayores plantas de energía solar concentrada (CSP, por sus siglas en inglés) del mundo, que cuando esté completamente operativa, producirá energía suficiente para más de 1 millón de marroquíes, con un posible excedente para exportar a Europa, informa el Banco Mundial.
El complejo solar de Noor-Ouarzazate, ubicado en el borde del desierto del Sahara, en una zona famosa por su paisaje pintoresco, está poniendo a Marruecos en el mapa como superpotencia solar.
Es el primer complejo de energía solar de gran escala del país y un paso crítico en el Programa de Energía Solar de Marruecos, cuyo objetivo es instalar 2 gigavatios (GW) de energía solar antes de fines de 2020. El proyecto pone de relieve la decisión del país de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, cambiar por un mayor uso de las energías renovables, y avanzar hacia una estrategia de desarrollo con bajas emisiones de carbono.
Marruecos es el mayor importador de energía de Oriente Medio y depende en gran medida de fuentes extranjeras para más del 97 % de su electricidad. Aprovechar la energía de su abundante sol liberará a Marruecos de la volatilidad de los costos de importación, además de poder crear la posibilidad de exportar energía verde a los países vecinos. La planta reducirá la dependencia energética del país en unos 2,5 millones de toneladas de petróleo.
El complejo de tres plantas de CSP de Noor-Ouarzazate espera alcanzar más de 500 megavatios (MW) de capacidad instalada, suministrando electricidad en definitiva a 1,1 millones de marroquíes en 2018. Se espera que reduzca las emisiones de carbono en 760 000 toneladas por año, lo que podría significar una reducción de 17,5 millones de toneladas de emisiones de carbono en 25 años.
La energía solar concentrada, combinada con el almacenamiento térmico, tiene un gran potencial debido a su capacidad de proporcionar energía confiable, incluso cuando el sol no está brillando.
Funciona de la siguiente manera: cientos de espejos concentran la energía del sol para calentar un fluido de transferencia que se usa para producir vapor que mueve las turbinas que generan electricidad. El fluido de transferencia también puede ser usado para calentar sales fundidas almacenadas en grandes tanques de almacenamiento en la planta. La sal se mantiene lo suficientemente caliente como para generar vapor, incluso después de que el sol se ha puesto.
Es una tecnología tan prometedora, señala el Banco Mundial, que la Agencia Internacional de Energía estima que en 2050 hasta un 11 % de la generación mundial de electricidad podría provenir de la CSP.
Pero los costos relativamente altos de la tecnología, en comparación con las alternativas de combustibles fósiles, disuaden a los servicios públicos, especialmente en los mercados emergentes, de invertir en la tecnología.
Para demostrar su viabilidad económica y tecnológica, se necesitan proyectos de CSP pioneros en los lugares soleados del mundo.
Actualmente hay más proyectos de CSP en construcción o en fase de planificación en todo el planeta, desde Chile y Sudáfrica a India y China, pero Marruecos sigue a la vanguardia de los países comprometidos con la tecnología.
La Agencia Marroquí de Energía Solar, el organismo gubernamental creado para concretar las ambiciones solares del país, obtuvo los más de USD 3000 millones que se necesitan para el complejo Noor-Ouarzazate del Banco Mundial, el Fondo para una Tecnología Limpia (CTF, por sus siglas en inglés) de los Fondos de Inversión en el clima (CIF, por sus siglas en inglés), el Banco Africano de Desarrollo (AfDB, por sus siglas en inglés), y de instituciones financieras europeas.
Para la fase 1 del complejo Noor-Ouarzazate, la deuda de bajo costo proporcionada por el CTF (USD 97 millones, administrados por el Banco Mundial) y otras instituciones financieras internacionales redujo los costos de la fase 1 del proyecto en un 20 % en comparación con la disponibilidad de financiamiento de los bancos comerciales. El Banco Mundial está apoyando la fase 2 del complejo con un financiamiento de USD 400 millones y USD 119 millones del CTF.
El complejo Noor-Ouarzazate se está construyendo, y será operado, como asociación público-privada. El socio privado, International Company for Water and Power Projects (ACWA International Power), fue seleccionado a través de un proceso de licitación competitiva.
El apoyo financiero internacional para el complejo ayudará a reducir la presión sobre las finanzas públicas, dado que reducirá de USD 98 millones a USD 31 millones por año el monto del subsidio que el gobierno marroquí requirió para la primera fase.
Los esfuerzos iniciales fueron apoyados por una donación de USD 43 millones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, complementada por un importante financiamiento adicional del Gobierno y el AfDB. Estos esfuerzos estuvieron destinados a acelerar la reducción de costos y la adopción comercial de tecnologías de generación de bajas emisiones de gases de efecto invernadero a gran escala, y para poner a prueba la viabilidad de la tecnología solar térmica con el fin de favorecer su reproducción en Marruecos y en otros lugares.
Las inversiones en CSP de los Fondos de Inversión en el Clima tienen por objeto establecer un registro de desempeño de la tecnología, reduciendo de esa manera el riesgo percibido y los costos futuros del proyecto para los inversionistas y desarrolladores de CSP del sector privado.