El magistrado Hasan Farid, del Tribunal Penal de El Cairo, aplazó la lectura de la sentencia del juicio contra el fotoperiodista Mahmoud Abu Zeid, conocido como ‘Shawkan’, hasta el 28 de julio, alegando «motivos de seguridad».
La lectura de la sentencia estaba prevista que coincidiera con las celebraciones del quinto aniversario de las protestas masivas del 30 de junio de 2013, en las que el ejército egipcio se escudó para llevar a cabo un golpe de Estado tres días después. El Gobierno del presidente Abdel Fatah al Sisi se refiere a esos hechos como ‘la revolución del 30 de junio’.
Shawkan lleva casi cinco años en prisión y más de dos años y medio de interminables sesiones judiciales. Ahora, como viene siendo lo habitual, se produce un nuevo retraso en este caso para leer la sentencia.
La fiscalía ha solicitado la pena máxima, de muerte por ahorcamiento, para el fotoperiodista, quien se enfrentaba a nueve cargos, además de la posible pena de muerte, cadena perpetua por acusaciones que incluyen “el asesinato, el intento de asesinato, la pertenencia a un grupo ilegalizado”, -en alusión a los Hermanos Musulmanes- así como “la participación en una manifestación ilegal y la posesión de armas”.
Shawkan fue detenido el 14 de agosto de 2013 mientras fotografiaba la matanza de la plaza de Rabaa al Adawiya, en la que se encontraban miles de seguidores del presidente Mohamed Mursi, derrocado previamente por los militares el 3 de julio.
Se calcula que cerca de 900 manifestantes murieron tiroteados por la policía cuando trataba de dispersar la protesta, en los hechos más sangrientos ocurridos después del golpe de Estado.
El pasado mes de mayo, Abu Zeid fue galardonado con el premio de libertad de prensa de la Unesco. Shawkan ya había recibido otros premios durante su largo cautiverio: la sección de fotógrafos del Sindicato de Periodistas de Egipto le otorgó el premio anual 2017 y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, siglas en inglés) le concedió el premio internacional por la libertad de prensa en 2016.
“Que un joven periodista se enfrente aún hoy a una posible sentencia de muerte por haber tomado fotografías de una masacre en 2013 supone uno de los atentados más siniestros contra el periodismo que nos podamos imaginar”, afirmó el secretario general de Reporteros Sin Fronteras (RSF), Christophe Deloire,
“Es evidente que Shawkan debe ser simplemente absuelto. Si de verdad es condenado a una pena de cárcel seguirá siendo un atentado odioso contra la libertad de prensa. Si le condenan a pena de muerte, será una ignominia que se asociará por siempre al régimen de Sisi”, añade.
Reporteros Sin Fronteras lanzó el pasado 10 de abril una campaña en las redes sociales para apoyar a Shawkan, tras condenar “la total desproporcionalidad de la sentencia de muerte propuesta” y reitera su llamamiento “a su liberación inmediata e incondicional. El único crimen de Shawkan fue intentar hacer su trabajo como fotógrafo”.
Amnistía Internacional (AI) criticó duramente el sistema judicial egipcio por este proceso, que considera «injusto» y que «viola la confianza en la Constitución» egipcia. Por su parte, la sección de AI en España, que lo considera un preso de conciencia, sigue manteniendo una campaña permanente ‘Free Shawkan’ que ya ha recogido más de 230 000 firmas para solicitar su liberación.