De nuevo, la policía rusa ha detenido este domingo, 31 de enero de 2021, a miles de personas –según la organización humanitaria OVD-Info, cuatro mil en más de ochenta ciudades, mil cien de ellas en Moscú- en las manifestaciones que se han vuelto a convocar para exigir la libertad del opositor Alexei Navalny.
Navalny, abogado y militante prodemocracia de 44 años, fue detenido el pasado 17 de enero a su regreso de Alemania, donde había permanecido cinco meses convaleciendo del intento de asesinarle con veneno Novitchok, que tuvo lugar el pasado mes de agosto en el avión que le trasladaba de Siberia a Moscú.
Según diversas fuentes, entre los detenidos se encuentra la esposa de Navalny, Yulia Navalnaya, quien había acudido a la manifestación convocada en el centro de la capital, Moscú.
Muchas de las personas más cercanas a Navalny no han podido acudir a las concentraciones de hoy ya que desde el viernes 29 se encuentran en situación de residencia vigilada como resultado de una serie de registros en sus domicilios, y en los locales de la organización no gubernamental que han fundado, el Fondo de Lucha contra la Corrupción.
La policía había bloqueado desde primeras horas el acceso al centro en varias ciudades para impedir que los manifestantes se concentraran en «mítines no autorizados». También habían bloqueado algunas estaciones de metro.
Pese a ello, las manifestaciones han sido numerosas no solo en Moscú, también en San Peterburgo, Krasnoyarsk en Siberia y Vladivostok en Extremo Oriente, donde se ha gritado pidiendo la libertad para Navalny y llamando «ladrón» al presidente, Vladimir Putin, a quien responsabilizan directamente del intento de envenenar al principal opositor del régimen.