Las mosalsalats son telenovelas que caracterizan el Ramadán en todo el mundo árabe, y los sirios que han huido de la guerra en su país natal no tienen por qué interrumpir esta tradición, escribe Elena Dorfman* (Acnur) desde Beirut.
Tras el iftar, la cena que hacen los musulmanes cuando se rompe con el ayuno diurno durante el mes de Ramadán, decenas de millones de personas a lo largo del convulso Oriente Medio se relajan viendo una teleserie. En general, se trata de historias de héroes árabes y batallas célebres, siendo una parte fundamental – y muy esperada – del Ramadán.
Y Siria es famosa en la región por sus telenovelas. Antes del comienzo del conflicto en marzo de 2011, las series de la pequeña pantalla eran una de las más preciadas exportaciones del país y sus productoras eran altamente respetadas. “Las series sirias de televisión durante el Ramadán eran famosas en el mundo entero” dijo un sirio en el exilio.
Ahora, con la industria prácticamente cerrada en Siria, algunos de los productores – junto con sus elencos y equipos – se han trasladado al Líbano para poder continuar trabajando. La mayoría de ellos no pueden volver a Siria.
A pesar de encontrarse en mejor situación financiera que la mayor parte de los refugiados, aquellos que huyeron podrían enfrentarse con una dura recepción si deseasen retornar: “Hay una lista negra de actores (en internet)” explicó el refugiado sirio.
Pero en el Líbano están reanudando su trabajo y continuando la tradición de contar las historias que hacen parte de su cultura. Saifeddine Al Sibaii, quien actualmente trabaja y reside en el Líbano, está grabando su última telenovela, “Al Wilada Min Al Khasira” (“Nacimiento del costado”) a las afueras de Beirut.
Una funcionaria del Acnur visitó al equipo y reparto en las locaciones y sacó fotografías de los actores en una toma rodada en un edificio abandonado. En el guión, habían detenido a alguien de su comunidad como rehén por apoyar al gobierno, que según ellos había fallado en su promesa de dar casas nuevas al pueblo. La espera había sido larga y las tensiones iban en aumento.
Esta es una escena típica de la tercera parte de esta serie con temas sociales que se ha estado transmitiendo los dos últimos años durante el mes de Ramadán. Este año está siendo emitida a lo largo de la región por un canal por cable con base en Abu Dhabi.
En esta teleserie, que es muy popular, Al Sibaii aborda el tema de la guerra en Siria y sus consecuencias sobre la gente. El director dice que el guión pregunta indirectamente: ¿Qué debemos hacer como personas? ¿Podemos continuar así? ¿Podemos dialogar? ¿Continuamos resignados y matándonos entre nosotros o hay otra solución?
A pesar de que Al Sibaii ha dejado Siria, cuenta que su corazón sigue allí. Está comprometido con el rodaje y el trabajo, pero dice que tanto él como los actores se preocupan sobre lo que está sucediendo en su país y se encuentran a menudo deprimidos. Están desplazados y con incertidumbre sobre lo que les deparará el futuro.
La directora Abeer Esber, ha estado trabajando estas últimas semanas en su drama “Al Obour” (“La Transición”) en una región montañosa del Líbano. A pesar de contarnos una historia tradicional, tiene tintes de ciencia ficción, lo cual se trata de un planteamiento singular en lo referente a las sagas tradicionales.
La serie habla de una extraterrestre que busca un nuevo mundo, sin un líder o gente a la que gobernar. Al final de la historia, después de que el país ha sido destrozado, la extraterrestre promete devolver a los ciudadanos al estado en el que se encontraban antes de los actos de destrucción.
Con su dramático guión Esber somete a los espectadores algunas cuestiones existenciales: ¿Qué es la patria? ¿Qué es el poder? ¿Por qué tiene que sufrir la gente los errores de otros?
Esber ha estado viviendo y trabajando en el Líbano durante los últimos 6 meses. Muchos de los actores de su producción deben permanecer callados – rehuyendo todas las entrevistas – para poder continuar trabajando. Esber y su elenco lamentan que el sector artístico en Siria haya sido destruido. “Cada día tengo que empezar de cero para motivar a todo el mundo, pero los actores son profesionales y realizan muy bien su trabajo”.
*La voluntaria en línea Jennifer Franco hizo la traducción del inglés de este texto.