La Fundéu indica que los nombres de síndromes como el síndrome de la cabaña o el síndrome de la cara vacía, entre otros, se escriben con minúsculas y sin comillas.
Tal y como se indica en la Ortografía de la lengua española, los nombres de síndromes y enfermedades son denominaciones comunes y por ello deben escribirse con minúscula inicial en todos sus componentes, excepto cuando incluyen el nombre propio del investigador o descubridor, como sucede en síndrome de Down o síndrome de Tourette.
Por lo tanto, lo recomendable en síndrome de la cabaña, síndrome de la cara vacía y otros similares es escribirlos íntegramente en minúsculas.
Lo mismo se puede aplicar a otras denominaciones descriptivas como fatiga del espejo, efecto ascensor o fatiga pandémica, que siguen la misma pauta.
Finalmente, cabe recordar que en ambos casos resulta innecesario el uso de comillas o cursiva de forma general, dado que se trata de construcciones transparentes.
Uso inadecuado:
- El Síndrome de la Cabaña: enfrentar el temor de salir de casa.
- No tienes el «síndrome de la cabaña», es que no quieres volver a tu vida anterior.
- El «síndrome de la cara vacía» y las secuelas psicológicas de la pandemia.
Uso adecuado:
- El síndrome de la cabaña: enfrentar el temor de salir de casa.
- No tienes el síndrome de la cabaña, es que no quieres volver a tu vida anterior.
- El síndrome de la cara vacía y las secuelas psicológicas de la pandemia.