Tras una sesión única, un tribunal egipcio condenó a muerte, el 24 de marzo de 2014, a 528 partidarios del anterior presidente elegido democráticamente Mohamed Morsi, como responsables de la violencia desatada tras el golpe de estado militar que le destituyó, en julio de 2013.
La mayoría de los acusados no estaban presentes en un juicio que según Amnistía Internacional (AI) “burló los derechos fundamentales de la defensa”. La decisión final de los jueces se dará a conocer el 28 de abril.
Estas condenas a muerte, dice un comunicado de la organización, “que son un ejemplo lamentable de los fallos y el carácter selectivo del sistema judicial egipcio”, deben anularse inmediatamente.
Según publicaron los medios de comunicación oficiales egipcios, tras una sola sesión, el tribunal penal de Minya condenó a los 528 opositores a ser ejecutados «por el papel desempeñado en los hechos violentos ocurridos en el pasado mes de julio de 2013”. «Se trata de una injusticia llevada al extremo –ha declarado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del programa Oriente Medio y Norte de Africa en AI- Al dictar un número tan elevado de condenas a muerte en un único juicio, Egipto se sitúa más allá del resto de los países de la zona, que ni siquiera llegan a un número parecido en todo el año. En los últimos años no hemos visto que ninguna jurisdicción dictara tantas sentencias de muerte de una tacada; ni en Egipto, ni en el resto del mundo”.
Los tribunales egipcios, sigue el comunicado, de disponen a castigar a los partidarios de Mohamed Morsi mientras dejan impunes las graves violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad. Cuando miles de partidarios de Morsi continúan entre rejas, aún no se ha efectuado ninguna investigación seria sobre la muerte de cientos de manifestantes». Tan solo un policía egipcio ha sido condenado a una pena de cárcel, como responsable de la muerte de 37 detenidos.
“Mientras no haya un proceso independiente e imparcial, que ofrezca a todos verdad y justicia, seguiremos preguntándonos si el sistema penal egipcio tiene algo que ver con la justicia. Sea como sea, el recurso a la pena capital refleja una injusticia inherente, y las autoridades egipcias deberían ordenar una moratoria de las ejecuciones con vistas a abolir la pena de muerte”, según Hassiba Hadj Sahraoui.
Las autoridades egipcias nunca hacen públicas las cifras de sentencias de muerte y ejecuciones. Las investigaciones de AI dan cuenta de 109 sentencias capitales en 2013, 91 en 2012 y 123 en 2011, año en que se llevó a cabo la última ejecución conocida: un hombre, condenado por matar en 2010 a seis coptos y un policía musulmán, fue ahorcado.
Para pedir la anulación de las condenas a muerte, firmar la petición dirigida al Ministro de Justicia egipcio Nayer Abdel-Moneim Othman: