El benjamín de la competición oficial, el jóven cineasta canadiense Xavier Dolan, de 25 años de edad, ha presentado, con muy buena acogida de crítica, la que es ya su quinta película «Mommy» original y divertida tragicomedia histérica y musical sobre la conflictiva relación entre una madre y su hijo adolescente en una barriada periferica de Montreal.
Oasis, Celine Dion o Andrea Bocelli son algunos de los elementos musicales escogidos por su autor.
Ella es una mujer viuda, un tanto vulgar en su lenguaje, de neurótico comportamiento, que se ocupa sola y con grandes dificultades de su único hijo. «La vida es como el poker –afirma- hay que tener un buen par… si no vas de culo». El es un adolescente con problemas afectivos, de aparente y contenida homosexualidad, que padece de hiperactividad y se encuentra en pleno fracaso escolar, al borde de la demencia, con graves crisis de agresiva violencia autodestructora. Para evitar enviarlo a un hospital siquiátrico, la madre pide ayuda a su vecina, una mujer casada, que padece también de un enigmático desequilibrio que la hace tartamudear. Entre los tres se va a crear por momentos un cierto equilibrio.
Con diálogos a cien por hora en francés de Quebec, y un lenguaje tan directo como vulgar, se desarrolla la relación extraña entre esos tres personajes, oscilando entre los efectos cómicos y la tensión dramática. La brillante actuación de sus tres protagonistas principales: Antoine Olivier Pilon en el papel del jóven, Anne Dorval en el de la madre y Suzanne Clement en el de la vecina, es subrayada por la opción del director de presentar un encuadre reducido a 4/3, lo que coloca a sus intérpretes en el centro del encuadre.
Un recurso que puede resultar gratuito, por buscar ser más original que necesario, pero que en la intención de su autor se propone señalar la opresión que viven sus neuróticos personajes y que solo pasa a formato panorámico en los momentos de felicidad.
Cinco años después de «Yo maté a mi madre» presentado en la Quincena de realizadores de Cannes en 2009, vuelve este joven cineasta quebequés con la misma actriz Anne Dorval y sobre el mismo tema: la relación madre-hijo, que es sin duda una de sus principales obsesiones existenciales y freudianas: «En la primera película quise castigar a mi madre, pero en esta he querido vengarla» afirma Dolan.
Autor de un controvertido videoclip para College boy del grupo musical Indochine, Xavier Dolan hizo su primera película con diecinueve años de edad, y lleva ya cinco, a razón de una por año. Entre ellas «Los amores imaginarios», seleccionada en Cannes 2010 en «Un certain regard», una relación triangular entre estudiantes veinteañeros, cuando un chico y una chica se enamoran del mismo muchacho.
Muy solicitado por los festivales de cine. Es la primera vez que participa en la competición oficial de Cannes, y se presenta también como una posible candidata a la Palma de Oro, o al menos a figurar en el Palmarés.
«Mommy», no es mi preferida en esta selección oficial, pues en su pretendida transgresión, la historia con final abierto no llega a convencerme, al dejar muchos cabos sueltos y poco coherentes. En todo caso una parte de la crítica en Cannes ha sido sensible a esa voluntad de Dolan de hacer un cine propio y diferente, un director muy en boga, que busca a toda costa ser original. Lo más destacable es, a mi juicio, su dirección de actores. Anne Dorval se sitúa así entre las candidatas al premio de mejor actriz.
Michel Hazanavicius
En competición tambien «The Search» del francés Michel Hazanavicius, un melodrama que transcurre durante la segunda guerra de Chechenia, en tiempos del presidente Yeltsin, cuando Vladimir Putin era primer ministro ruso.
Tras el éxito internacional de la oscarizada película muda «The artist», Michel Hazanavicius ha querido cambiar completamente de registro al lanzarse en un tema al que es muy sensible : las violaciones de los derechos humanos y los crimenes de guerra perpetrados por el éjército ruso en Chechenia: «He querido denunciar esa aberración que consiste en decir que los combatientes chechenos son terroristas» afirma Hazanavicius, que aunque productor de documentales ha preferido, como director, optar por una ficción para denunciar tal situación.
Se trata de tres historias relacionadas entre si: un niño huerfano – su intérprete es Abdul Khalim Mamatsuiev, sin duda lo mejor de la película- que ve como asesinan a sus padres y violan a su hermana; un joven ruso obligado a alistarse como soldado en la guerra y su transformación en «asesino militar» a pesar suyo – a cargo del actor Maxim Emelianov- que tiene bastante fuerza; y en paralelo la historia de una delegada de derechos humanos para la ONU que busca proteger al niño y pide una intervención política de la Unión europea en Chechenia.
Esta parte con la melodratamática relación entre esa mujer francesa y el niño checheno y su mensaje de buena voluntad, es a mi entender lo mas flojo y menos convincente de esta ficción.
La interpretaciٕón está a cargo de la francesa Berenice Bejo, actriz francesa de origen argentino y esposa de Hazanavicius, quien protagonizó «The artist» junto a Jean Dujardin, y obtuvo el premio de mejor interpretación femenina en Cannes 2013 por la película iraní «El pasado» de Asghar Farhadi.
