La ONG brasileña Grupo Otimismo ha presentado un informe sobre el tratamiento que reciben los pacientes de hepatitis C que pone de manifiesto fallos en los servicios de salud pública de atención primaria así como en la atención privada, por deficiencias en el diagnóstico y en las prescripciones médicas.
Este estudio, coordinado por el presidente de Otimismo, Carlos Varaldo, y por el médico R. Focaccia del Hospital Emilio Ribas, de Sao Paulo, tenía como objetivo evaluar las razones por las que los pacientes diagnosticados con hepatitis C no reciben tratamiento adecuado.
En el estudio se investigaron las causas por las que 289 personas con hepatitis C no reciben tratamiento, para lo que respondieron a ocho preguntas. Todas las respuestas se recogieron y se recibieron tabuladas y sin la identificación del paciente, mediante Encuesta Mono System Enterprise.
No todos los pacientes encuestados respondieron a todas las preguntas, pero todas las respuestas fueron espontáneas, sin mayor aclaración de los autores:
- Alrededor del 32 % están siendo atendidos por el sistema de salud pública (SUS) y sobre 12 % no están bajo control clínico. Alrededor del 43 % de los pacientes no han sido tratados por falta de indicación médica (METAVIR F0- F1). Otro 13 % tenía contraindicaciones para el tratamiento de enfermedades concomitantes u otras condiciones médicas excluyentes.
- El 7 % está en espera de tratamiento por razones no especificadas, supuestamente liberación de inhibidores de proteasas o polimerasas. Otro 7 % afirmó que se había desestimado el tratamiento por presentar “baja carga viral”. Los pacientes restantes (30 %) afirmaron que rechazaron o fueron “desalentados” por el médico. Alrededor de un 24 % prefirió esperar más medicamento “Interferón libre”, pero el 9 % no fue informado por el médico acerca de las consecuencias de no iniciar el tratamiento.
- Además, alrededor del 65 % de los encuestados informó tener el genotipo 1 y el 60 % habían nacido entre 1945 y 1965, generación de los «baby boomers», que ha sido seguida con éxito en los EEUU para la detección serológica de la población. Alrededor del 35 % son menores de 40 años.
Conclusiones:
- Hubo fracaso médico en un 7 % de los casos por el uso del concepto “carga viral baja” como un parámetro para iniciar el tratamiento de la hepatitis C.
- Aceptando que al 9% no se les informó acerca de las consecuencias de no iniciar el tratamiento, se puede concluir que la atención primaria de la hepatitis C no se practica en la forma apropiada. Este dato indica que es necesario profundizar más en la investigación de la pregunta y, posiblemente, que hay que actuar ante gerentes de salud y médicos de atención primaria, especialmente en la red privada, para las correcciones oportunas.
- Se confirma el predominio del genotipo 1 entre los afectados.
- La posibilidad de una nueva generación de medicamentos de «interferón libre», ha llevado a los médicos y pacientes a reflexionar sobre el inicio del tratamiento con los medicamentos actuales, en los casos clínicos que permiten la espera. El estudio capta muy bien esta transición actual en tratamiento médico.
- La encuesta encontró un número significativo de pacientes nacidos entre 1945 y 1965, lo que permite recomendar los gerentes de salud este grupo de edad como una prioridad para la búsqueda activa serológica de portadores de la hepatitis C en la población.