Sudán del Sur se muere de hambre

La situación alimentaria en Sudán del Sur continúa deteriorándose y la ONU ha alertado que hasta 5.3 millones de personas podrían morir de hambre. 

Las malas cosechas, el desplazamiento y las constantes luchas de poder han dado un resultado estremecedor. El país más joven del mundo, podrían morir de hambre si no se soluciona esta situación. Sudán tiene en la actualidad 11.2 millones de personas que sufren desesperación e inestabilidad desde hace mas de medio siglo y más de la mitad padecen hambruna.

Tras dos guerras civiles, la proclamación de la independencia de Sudán del Sur en 2011 hubo cierta esperanza para esta población castigada. El conflicto étnico comenzado en 2013 enfrentó a los seguidores del país, y dinkas y el clan nuer comenzaron sus combates.

Este conflicto ha dejado 1.69 millones de desplazados internos mientras que casi un millón buscan refugio en países vecinos. Un pueblo que carece de un hogar, no tiene alimentos y no tiene capacidad de producción, no hay camiones, ni gasolina.

Juba, la capital de Sudán del Sur es una de las ciuidades más caras para los expatriados. Ha aumentado la población blanca, la mayoría trabajadores humanitarios, diplomáticos y compañías de petróleo. Una situación grotesca ya que los autóctonos se mueren de hambre mientras que los recien llegados viven cómodamente en un país joven.

Llegar a ser independientes solamente ha creado una situación desoladora de luchas entre etnias que luchan por hacerse con el poder político y económico. Mientras eso sucede, niños nacen y mueren en la misma circunstancia en donde vieron la luz; la terrible hambruna que hace que el país entierre niños cada día.