La relación entre futbol, futbolistas y ajedrez ya ha sido abordada pero siempre se pueden añadir nuevos datos. Ahora que la Unión Deportiva Las Palmas encabeza la clasificación de la liga, tras dos jornadas disputadas, habría que citar a su entrenador, Quique Setién, y su frase «el futbol es ajedrez. Cada pieza cumple su función» que iniciaba el spot para la campaña promoción de abonados 2016-17 del club amarillo.
Setién, como ya se ha escrito, es un gran aficionado, ha jugado contra el actual aspirante a la corona mundial, el ruso Sergei Kariakin –cuando era ucraniano y tenía 12 años- asi como con los excampeones Gari Kasparov y Anatoli Karpov. Como anécdota, intentó inculcar su amor por el tablero al actual seleccionador español Julen Lopetegui cuando ambos coincidieron en el Logroñés.
A estas lides se ha sumado ahora otro entrenador de Primera, el del Athletic Club de Bilbao, Ernesto Valverde, quien acudió al torneo IX Open Villa de Bilbao celebrado del 13 al 23 del pasado mes de julio de 2016. Allí declaró que considera que existen «muchas similitudes» entre el balompié y el ajedrez. Para el técnico, ambos deportes comparten conceptos comunes como «control del centro, espacios, flancos, debilidades, superioridad numérica, movilidad, juego combinado o iniciativa Nosotros siempre tratamos de dominar el centro del campo, algo parecido de lo que pasa en el ajedrez”.
Cuestionado sobre las diferencias tácticas entre un jugador de ajedrez y un entrenador de fútbol, Valverde que afronta su cuarta campaña seguida en el banquillo del Athletic –seis en total- señaló que mientras «el ajedrecista tiene la sensación que lo domina todo, nosotros (los técnicos) trabajamos con personas». ”Si lo quieres asemejar con las piezas, hay jugadores que van en diagonal, otros por el centro, otros con un recorrido más largo, por las bandas…”
Previamente, el crítico de El País, Leontxo García, se reunió durante cuatro horas en las instalaciones rojiblancas con Valverde y un grupo de técnicos para ofrecerles una charla sobre la aplicación de las estrategias del ajedrez en el fútbol.
Por cierto, Bilbao fue el escenario de las últimas partidas entre los dos candidatos al campeonato del mundo que se disputará en Nueva York del 10 al 30 de noviembre. En las dos partidas disputadas el actual campeón, el noruego Magnus Carlsen –a la postre, ganador del torneo representado en una txapela– ganó claramente una partida al aspirante, el ruso Sergei Kariakin, acabando la otra en tablas en menos de dos horas.
Carlsen, relató tras una partida que el año pasado 2015 el seleccionador de Noruega, Per-Mathias Hogmo, le pidió también asesoramiento antes de un partido clasificatorio de la Eurocopa frente a Croacia. «No sé si sirvió de mucho, Noruega perdió 5-1», recordó entre risas.
También un jugador argentino Nazareno Pereyra de 27 años, combina ambas pasiones. Hace años es jugador titular en el modesto Independiente de Bariloche, -fundado en 1929- y asimismo recibe trofeos por el ajedrez como el que ganó en Osorno, en Chile. «En el ajedrez no hay excusa. No podés echarle la culpa a nadie. Eso me sirvió para ser más exigente en el fútbol», reconoció.
Para Nazareno hay un aspecto de ambos juegos coincidente: «En el ajedrez, hay tres partes. Apertura, medio juego y el final. Y es clave para una partida, ganar el medio juego. Y lo mismo pasa en el fútbol, en donde ganar el medio campo te da más posibilidades de ganar el partido», resumió.
El jugador de Independiente de Bariloche nació en Epuyén y descubrió el ajedrez a los 11 años. Tres años después empezó a competir. Y siempre buscó distribuir sus tiempos para poder cumplir de forma disciplinada con ambos deportes. «Para mí es difícil elegir. El ajedrez te da tranquilidad. Y el fútbol hay factores externos que a veces cansan, aunque también hay un aprendizaje sobre el trabajo en equipo», comentó.
Otro seguidor de los 64 escaques es el conocido jugador del Barcelona y de la selección española Jordi Alba quien en declaraciones a un medio deportivo durante la pasada Eurocopa, señalaba que le gustaba «jugar al ajedrez desde niño, disputando grandes partidas contra mi padre. Es una actividad que te hace pensar, por eso es interesante que se enseñe en las escuelas. Soy competitivo, me gusta ganar siempre».
También citaba, medio en serio o medio en broma, una superstición, que nunca juega con piezas blancas por ser el color del gran rival, el Real Madrid, ya que es culé desde niño porque vivía apenas a quince minutos del Nou Camp, en Hospitalet.
Precisamente el delantero del Real Madrid Álvaro Morata, dejó una curiosa frase durante su pasada presentación oficial en el Bernabeú: “Si pensara sólo en mí estaría jugando al ajedrez’.
Escuchando tan curiosa frase se puede rememorar la tontería que soltó el jugador alemán Lukas Podolski, actualmente en el Galatasaray turco, cuando afirmó: «El fútbol es como una partida de ajedrez, pero sin dados».
