«Honestamente creo que es mejor que él no esté aquí, porque no le habría gustado»
Con estas palabras, Adam Cohen, hijo de Leonard Cohen ha dado paso a los diversos actos que en Montreal celebran este 7 de noviembre de 2017 el primer aniversario de la muerte del cantautor canadiense de origen judío, informa The Times of Israel. «Una de sus principales características –ha dicho Adam Cohen a la agencia France Presse- era la modestia. Pienso que le habría molestado este acontecimiento e intentado desanimarnos a celebrarlo”.
Puedes encargar un póster de este dibujo de Xulio Formoso a [email protected]
El punto culminante del aniversario ha sido el concierto homenaje titulado “Tower of Song”, en la noche del 6 de noviembre en el Centre Bell de la ciudad, en el que han participado grandes nombres del pop inglés, como Sting y Elvis Costello, la rockera Courtney Love, la cantante Lana del Rey y el compositor Philip Glass.
Por su parte, el Museo de Arte Moderno de Montreal ha inaugurado una exposición sobre la vida del poeta y músico. Una muestra que lleva el título de una de sus canciones sobre la esperanza, “Crack in Everything”, perteneciente al álbum “Anthem”.
Adam Cohen, también músico y productor en 2016 del último álbum de su padre, “You Want It Darker”, ha dicho que “quería realmente mostrar la enorme influencia” del cantautor en otros artistas, no solo de su generación sino también posteriores: “Venir a felicitarle, celebrar sus canciones y elevaras en la noche de esta ocasión, sentimental y conmovedora».
Leonard Cohen murió en la ciudad de Los Angeles el 7 de noviembre de 2016, a los 82 años. Fue enterrado como deseaba, en una ceremonia íntima, en un ataúd de pino sin adornos y junto a sus padres en el cementerio judío de Montreal.
Hijo de un sastre de la comunidad anglófona de la ciudad y llegado relativamente tarde a la música, tras un período de escritor y poeta, en su juventud vivió en Nueva York, donde residió en el celebérrimo Hotel Chelsea, donde vivió un romance con la cantante Janis Joplin y al que dedicó una canción; después residió en la isla griega de Hydra, donde tuvo lugar su historia de amor con la joven danesa Marianne Ilhen, a la que dedicó el tema “So long Marianne” y a la que, pocos día antes de su muerte, que precedió solo en unos meses a la del artista, escribió una entrañable carta recordándole que había sido el verdadero amor de su vida:
«Marianne, ha llegado el momento en que somos muy viejos y nuestros cuerpos se desploman; pienso que te seguiré muy pronto. Quiero que sepas que estoy tan cerca de ti que si alargas la mano pienso que podrás alcanzar la mía. Sabes que siempre he amado tu belleza y tu sabiduría, no necesito decírtelo porque tu ya lo sabes. Ahora solamente quiero desearte buen viaje. Adiós, mi vieja amiga, Mi amor eterno, nos volveremos a ver».
Marianne murió dos días después de leer estas líneas.
Tras un desengaño profesional con un representante que le robó todos sus ahorros y una episódica conversión al budismo, después de recluirse en un monasterio Leonard Cohen se estableció definitivamente en Los Angeles, donde en los últimos años se dedicó no solo a componer sino también a recopilar sus poesías inéditas, que se publicarán en 2018 en un libro titulado “La Llama”.
