Un torneo internacional celebrado en 1924 marcó el nacimiento oficial de la considerada defensa Merano, que ostenta la localidad italiana. Su nombre se debe a la partida entre el austríaco Ernst Grünfeld (1893-1962) y el polaco Akiba Rubinstein (1880-1961) el 6 de febrero de 1924, por lo que ha cumplido más de un siglo.
La posición básica de la defensa Merano, una variante de la defensa semieslava, que reflejan los cuatro primeros movimientos, y que prosigue en los tres siguientes: 1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 Cf6 4.Cf3 c6 5e3 Cbd7 6.Ad3 dxc4 7.Axc4 b5.
Pero como en todo, hay precedentes, uno se centra en la disputada entre el austríaco Carl Schlechter (1874-1918) y el polaco Julius Perlis (1880-1913), disputada en la ciudad holandesa de Ostende, en 1906, partida y torneo que ganó el primero, mientras el segundo fallecería de forma trágica cinco años después en un accidente de montañismo.
La forma de jugar de Schlechter fue utilizada luego por Rubinstein, quien probablemente había preparado esa línea de juego cuando llevaba las piezas negras contra las blancas del líder del torneo, Grünfeld, por la necesidad de ganar si quería alcanzar al austríaco.
El otro antecedente se produjo en la partida disputada entre el que luego fuera campeón del mundo José Raúl Capablanca (1888-1942) contra el entonces ruso Ossip Bernstein (1882-1962) en Moscú en 1914, que acabó en tablas, curiosamente también un 6 de febrero, mientras el cubano se preparaba para el torneo de San Petersburgo.
La primera referencia escrita como defensa Merano aparece en 1925 en un libro en alemán sobre torneos de ajedrez. Desde entonces ha sido muy usada por los grandes maestros.
Pero el nombre de esta defensa no está exenta de errores. Uno muy repetido en páginas de internet, redes sociales y libros (incluso en español, en el Diccionario de Ajedrez página 95, (1987) de Ramón Ibero) es que la partida fue entre Rubinstein contra su compatriota Savielly Tartakower (1887-1956), algo imposible porque este último no participó en el torneo, si bien, curiosamente, el polacofrancés fue uno de los propagandistas de esta defensa, de ahí tal vez, la confusión.
Otro error es situar la ciudad de Merano en Austria, cuando era italiana desde 1919. Si bien perteneció al entonces Imperio autrohúngaro, con su disolución después de la Primera Guerra Mundial, gracias al Tratado de Saint-Germain-en-Laye, el Tirol del Sur pasó a Italia hasta hoy, denominándose Alto Adigio.
No obstante, la influencia austriaca es innegable en la localidad, era la ciudad-balneario de los emperadores, donde acudió la conocida emperatriz Sissi, Isabel de Baviera (1837-1898), o escritores como el checo Franz Kafka (1883-1924) y el estadounidense Ezra Pound (1885-1972). Actualmente con 41.000 habitantes, casi la mitad de la población habla alemán.
Pero volviendo al torneo de Merano de 1924, tuvo catorce jugadores. Grünfeld lo dominó, anotando 10.5 puntos en trece partidas con nueve victorias, tres empates y una derrota, precisamente ante Rubinstein. El segundo puesto fue para Rudolf Spielmann (1883-1942), a dos puntos y tercero, Akiba Rubinstein ya a tres puntos.
La clasificación siguió con el ruso Alexei Sergeyevich Selezniov (1888-1967) y el polaco David Przepiorka (1880-1940) en el cuarto y quinto puesto, ambos empatados. En sexto lugar quedó Sandor Takacs (1893-1932), quien más tarde sería el ganador de los torneos de Budapest 1925 y Hastings, 1928-29. En una acalorada disputa, del séptimo al noveno, estuvieron el belga Edgar Colle (1897-1932), el húngaro Lajos Steiner (1903-1975) y el checo Karel Opocensky (1892-1975).
Le siguieron el veterano alemán Siegbert Tarrasch (1862-1934), el polaco George Koltanowski (1903-2000), el húngaro Gyula Patay (1884-1952, jugador activo de 1923-26) siendo los dos últimos para los italianos Stefano Rosselli del Turco (1877-1947), quien fuera cinco veces campeón nacional (1919,1920,1922, 1923 y 1931) y en último lugar quedó el que fuera primer presidente de la Federación Italiana de Ajedrez (FSI), Luigi Miliani (1875-1944).
El torneo de Merano también tuvo otra característica, haber organizado al mismo tiempo uno femenino, algo poco usual entonces y que tuvo la victoria ex aequo de las dos representantes inglesas, Charlotte Helene Cotton (fallecida en 1929) y Edith Martha Holloway (1868-1956). El torneo se anunció como un Campeonato de Europa de Mujeres, aunque no era oficial.
Pero Merano entró de nuevo en la historia del ajedrez más de medio siglo después, además de por el movimiento ajedrecístico, por ser la sede donde se celebró el Campeonato del Mundo de 1981, el único en tierras italianas, entre Anatoli Karpov y Víctor Korchnoi (1931-2016), en lo que se conoció periodísticamente como ‘la masacre de Merano’.
Era el segundo enfrentamiento consecutivo, tras el que se vivió con gran polémica por cuestiones fuera del tablero en 1978 en Baguio, Filipinas. Ahora Korchnoi, ya con la nacionalidad suiza, recibió un severo correctivo perdiendo por seis victorias del entonces soviético Karpov, quien solo sufrió dos derrotas tras dieciocho partidas, con diez tablas. Entonces ganaba el que conseguía llegar a seis triunfos sobre su rival.
No obstante los vecinos recuerdan otra masacre en Merano, más sangrienta, la producida un 30 de abril de 1945 cuando los ciudadanos celebraban la liberación del yugo nazifascista y miembros nazis de las SS abrieron fuego matando a nueve personas e hiriendo a una decena de civiles.