Ajedrez y Literatura: Charousek, El golem, poema, cuento y serie

Este año se cumplió el ciento veinticinco aniversario de la muerte del ajedrecista Rudolf Charousek (1873-1900), ocurrida en Nagytéteny, entonces pueblo independiente y ahora distrito de la capital de Hungría, Budapest, donde fue enterrado.

El húngaro, nacido en la actual Chequia, por la profundidad de sus ideas ajedrecísticas, donde jugaba los gambitos de rey, escocés y Evans, emocionó a la prensa europea especializada, que buscaba un genio del ajedrez para contrastarlo con la figura del estadounidense Paul Morphy (1837-1884), ambos, curiosamente, tenían el título de abogado.

Su estrella rutilante y fugaz en el ajedrez de esa época dejó huella pero no solo en el tablero sino también en la literatura.

Así, el escritor austríaco Gustav Meyrink (1868-1932) en su novela ‘El Golem’ (1915) le rinde homenaje, al ser uno de los tres personajes principales, Innosenz Charousek es un estudiante de medicina, conocedor del ajedrez, que guarda muchas semejanzas con el real.

La obra se inspira en la leyenda del Golem, basada en la Cábala judía de la creación artificial de vida. Se puede encontrar actualmente editada y publicada en español en diferentes editoriales.

En la edición de 2017 de la editorial Verbum, en la página 25, hace su primera aparición. ″Charousek con el cuello de su delgado y raído abrigo muy abierto”. En la página 28 cita: ″yo soy tan pobre que casi me cuesta comprenderlo. Me veo obligado a andar casi desnudo como un vagabundo, y sin embargo soy estudiante de medicina, soy una persona culta”.

El ajedrecista efectivamente pasó hambre y penurias a lo largo de su vida además de convivir con la tuberculosis.

Pero es en la siguiente página, la 29, cuando se inician las referencias al ajedrez del personaje: ″La partida de ajedrez también la he calculado hasta la última jugada. Esta vez será un gambito de rey. A partir de ese momento no hay un solo movimiento, ni uno solo hasta el dramático final, contra el que yo no tenga una respuesta fatal. ¡Aquel que acepte un gambito de rey conmigo, se lo aseguro, estará sujeto como una marioneta a los hilos que yo tiro, óigame bien que yo tiro, acabando con su libre albedrío!” (Hay que recordar que el Charousek ajedrecista era un experto en el gambito de rey).

En la página 31, hace alusión a la frase que siempre se ha usado, desde hace ya más de mil quinientos años, con origen en Persia, y que compara la vida con el ajedrez: ″¡Todo, todo en el mundo es como una partida de ajedrez…!»

La página siguiente, 32, usa el lenguaje ajedrecístico: ″En términos de ajedrez es lo que llamamos zugzwang, mi querido Pernath, una jugada forzada. Y la que seguía también lo era”.

Se da la circunstancia, fuera de esta novela, que Jorge Luis Borges (1899-1986) gran aficionado al ajedrez como se sabe, tiene un poema titulado ‘El golem’ escrito en 1958, que fue definido como el mejor y más logrado que escribió, según Adolfo Bioy Casares (1914-1999). Está basado en la leyenda y también en el libro de Meyrink que había leído el argentino.

Borges declaró que el Golem ″es al rabino que lo creó, lo que el hombre es a Dios; y es también, lo que el poema es al poeta».

Precisamente, el final de ese poema ‘El golem’ ″¿Quién nos dirá las cosas que sentía/ Dios, al mirar a su rabino en Praga?” asemeja, con una pregunta retórica, a la última estrofa de ‘Ajedrez’, que lo escribió casi en la misma época, en 1960: ″¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza/ de polvo y tiempo y sueño y agonías?”

Y escribiendo sobre poemas, el profesor y ajedrecista estadounidense Reuben Fine (1914-1993) comparó a Charousek con el poeta inglés John Keats (1795-1821) que también murió a los 26 años, ″repasar sus mejores partidas es como leer los poemas de Keats: no puedes evitar sentir una opresiva y dolorosa sensación de pérdida, de promesa incumplida”.

Por si fueran pocas sus alusiones literarias, aun quedan más: el cuento del académico y autor, colaborador de Chess Life, el estadounidense Kester Svendsen (1912-1968), ‘La Última Ronda’, se basa en la partida real de ajedrez disputada entre Charousek (blancas) y Jakob Wollner (1855-1916) (negras) en la entonces ciudad alemana de Kaschau (hoy eslovaca, Košice) en 1893.

La partida, donde el húngaro usó paciencia y destreza, acabó en mate, siendo definida por el gran maestro estadounidense, hoy con 77 años, Andrew Eden Soltis (tiene treinta libros publicados, algunos traducidos al español) como ″una de las más bellas de la historia”.

Su desarrollo es el siguiente:

1.e4 e5 2.d4 exd4 3.c3 dxc3 4.Ac4 Cf6 5.Cf3 Ac5 6.Cxc3 d6 7.0-0 0-0 8.Cg5 h6 9.Cxf7 ! Txf7 10.e5 Cg4 !? 11.e6 Dh4! 12.exf7+ Rf8 13.Af4 Cxf2 14.De2 Cg4+ 15.Rh1 Ad7 16.Tae1 Cc6 17.De8+ !! Txe8 18.fxe8(D)+ Axe8 19.Axd6 jaque mate.

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El actor Gene Barry, en un primer plano, realiza el movimiento 17 de las blancas en la partida Charousek contra Wollner en la serie The Adventurer.

Por si faltaba algo, este enfrentamiento también apareció en el programa de televisión ‘El Aventurero’ (serie británica emitida en 1972-73, bajo el título original de The Adventurer), protagonizado por el actor estadounidense Gene Barry (1919-2009), en el episodio 21, ‘El caso del peón envenenado’ (23 de febrero de 1973), esta partida se utiliza en la escena final.

El protagonista, agente secreto que se hace pasar por estrella de cine, Gene Bradley, interpretado por Barry, tiene que disputar una partida de ajedrez contra un jugador experimentado. Recibe una lección de su mayordomo y gana siguiendo los movimientos de la partida citada.

Biografía

Rudolf (en húngaro, Rezso) Charousek nació en Klein Lometz (ahora Lomecek, zona del pueblo de Umonín), cerca de la actual capital de Chequia, Praga, en 1873, en el seno de una familia judía de Bohemia.

No teniendo aún ni un año, su familia se mudó a Debrecen, en Hungría (por lo que adoptó la nacionalidad húngara en 1888), y luego a Miskolc, donde siendo estudiante de Secundaria aprendió a jugar al ajedrez a la edad de 16 años.

Compatibilizó Derecho y ajedrez, pera no tenía medios económicos para adquirir libros de ajedrez, por lo que, al no poder comprar el Manual de Ajedrez (Handbuch des Schachspiels) de Rudolf von Bilguer (1815-1840), decidió copiarlo a mano.

A los veinte años Charousek se traslada a Budapest, y allí fue donde desarrolla sus excelentes habilidades ajedrecísticas, jugaba en el club de la capital húngara. Disputó partidas ante Geza Maróczy (1870-1951), con quien entabló, y posteriormente disputó otras muchas, teniendo una buena amistad. Además jugó contra Gyula Makovetz (1860-1903) y Gyozo R. Essner (1864-1945).

En 1893 participa en el primer torneo por correspondencia del diario ‘Pesti Hírlap’ (editado 1878-1944) compartiendo título con Maroczy y después ya vinieron los torneos internacionales. A los 23 años, en 1896, tiene su primer torneo internacional, en Núremberg. Aunque terminó en el puesto 12 de 19, consiguió ganar al entonces campeón mundial y ganador del torneo, Emanuel Lasker (1868-1941) en la última ronda con su especialidad de gambito de Rey.

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Torneo de Núremberg. Desde la izquierda, de pie, segundo por la izquierda, Charousek, el primero, con sombrero, es Lasker y el tercero, Carl Schlechter, el sexto, Maroczy. Sentados, desde la izquierda, Adolf Albin, Moritz Porges, Mijaíl Chigorin, Siegbert Tarrasch, Szymon Winawer y Wilhelm Steinitz.

Ese mismo año, en el torneo disputado en la parte de Pest de la actual capital húngara, celebrado con motivo del milenio de la creación de Hungría, el aniversario de la conquista magiar del rey Arpád (845-907), pierde el desempate final ante el ruso Mijaíl Chigorin (1850-1908).

Al año siguiente, en 1897 ganó el Torneo de la Sociedad de Ajedrez de Berlín que celebraba su 70 aniversario (donde ganó nueve partidas, además de 2000 marcos).

Además quedó segundo en el torneo por el Campeonato de Alemania (11º Congreso de la DSB) de Colonia de 1898, detrás del inglés Amos Burn (1888-1925). Entonces, los Congresos (en alemán, Kongresse des Deutschen Schachbundes) eran competiciones de ajedrez nacionales organizadas por la Deutschen Schachbund, (DSB), la Federación Alemana de Ajedrez, creada en 1877.

Charousek fue considerado como un posible aspirante al título mundial, brilló durante tres breves años, y desde mayo de 1899, hasta su muerte estuvo entre los seis mejores jugadores del mundo. Su última aparición fue en un pequeño torneo en Budapest, que ganó ante Maroczy.

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Fue derribado por la muerte, en forma de tuberculosis, con solo 26 años, el 18 de abril de 1900. En 1907 ajedrecistas húngaros donaron una columna conmemorativa junto a la tumba. En 1982 sus restos fueron trasladados al lado de la tumba de Maroczy, en el cementerio de Kemeresi.

Su nombre se recuerda en un torneo anual de Ajedrez (Charousek Rezso Sakkverseny) que ya cuenta con 57 ediciones y además da nombre a un club de ajedrez en Budapest (Charousek Sakk Club) .


Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

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